El recién electo presidente de la Asociación de Transporte Internacional por Carretera, Pere Padrosa, aseguró ayer en Madrid que el Sector se encuentra en "la necesidad y obligación de caminar hacia un marco único de negociación por especialidades", al igual que países como Francia, en el que "existe un solo convenio, que se divide por regiones y cuenta con variaciones según la renta per cápita". Padrosa, que dividió su programa en tres ejes fundamentales o "las tres partes en las que se divide el coste estructural del transporte: social, energética y de infraestructuras", encuadró esta negociación del acuerdo marco en la primera de ellas. "Estamos en un momento de negociación muy delicado, en el que se avanza muy poco, por no decir casi nada", reconoció, antes de atreverse a lanzar una estimación temporal del proceso. "En 2008 sería óptimo sentar las bases del acuerdo, los puntos iniciales entre patronal y sindicatos", auguró.
En cuanto al apartado energético, el presidente de Astic abogó por trasladar a la Administración "la necesidad de contar con un marco de regulación sobre los impuestos de los carburantes". Al hilo de lo anterior, Padrosa sugirió que "igual que el sector eléctrico es considerado estratégico para la economía, el de los transportes, golpeado de igual modo por la subida de precio del petróleo, ¿no debía de serlo también?". Las pretensiones no se fundamentan, dijo, "en una rebaja de impuestos, sino en el establecimiento de un convenio regulador que fije un techo máximo y mínimo de la cuestión impositiva, para evitar así que todo el peso del encarecimiento del carburante se traslade al consumidor final".
Apoyo al peaje privado
Otro de los temas que preocupan en la cúpula de Astic es la aplicación de la temida 'Eroviñeta', la directiva europea que propugna la internalización de los costes derivados del uso de las carreteras, que se deberá de ser aprobada el próximo 10 de junio y que, a juicio de Padrosa, parte de la afirmación "el que contamina paga". La preocupación de la patronal redunda por tanto en la gran subdivisión de la que constan las infraestructuras viales en España, "llegando hasta la Administración local y municipal". Astic estima que el retorno de la inversión es mucho más directo en el peaje privado. Padrosa argumentó esta postura de la Asociación poniendo como ejemplo el dispar estado de conservación de las autopistas que unen Tarragona-Valencia y Zaragoza-Madrid. "Consideramos que el peaje tendrá retorno pero la tasa nunca sabremos si va destinada a favorecer incluso otros medios de transporte", concluyó.
