La gran mayoría de los encuestados afirma que la ciudad no está adaptada para la movilidad de los mayores debido a la existencia de obstáculos en la calzada y la altura de los bordillos. El estudio pretende implicar a las personas mayores en la sensibilización y en formación de estrategias preventivas que permitan la adquisición de conductas positivas que les ayuden a conservar su movilidad y autonomía, contribuyendo con ello a mejorar su calidad de vida.
La muestra del estudio, que recoge las opiniones de conductores y peatones que superan los 65 años y residen tanto en zonas rurales como urbanas, destaca que la principal demanda de este colectivo es información que les recuerde cómo deberían comportarse en situaciones diarias frente al tráfico y sus consecuencias. Para su realización, ambas organizaciones llevaron a cabo un programa de talleres de seguridad vial que, al tiempo que sensibilizaba a este grupo de población, recogiera una muestra sobre los hábitos de desplazamientos y seguridad vial en las personas mayores. Como valor añadido, determinaron que la muestra diferenciara el ámbito urbano y el rural.
Los últimos datos de la DGT confirman la problemática y la urgente necesidad de actuar con las personas mayores que no solo sufren las limitaciones propias de la edad, sino además las complicaciones que el propio entorno del tráfico les plantea. Concretamente, el colectivo de mayores de 65 años es el que menos ha reducido el número de víctimas mortales en carretera desde el año 2000 –un 52% frente al 79% en jóvenes de 14 a 24 años.
Conclusiones
La tercera edad constituye, en nuestros días, uno de los grupos de edad con mayor crecimiento debido al paulatino incremento de la esperanza y calidad de vida en nuestro país. Para que puedan mantener esa calidad de vida, es importante que puedan desenvolverse con normalidad en sus desplazamientos, bien sea como peatones, conductores o viajeros. Los talleres se han orientado hacia personas mayores todavía independientes que se desplazan en un entorno urbano y/o rural.
La principal conclusión obtenida del estudio es la confirmación de que la mayoría de los encuestados está dispuesta a seguir colaborando con los Talleres de Sensibilización Vial y agradecen la información. Otras conclusiones destacables son que los que conducen necesitan recordar la señalización que ya conocen, así como los cambios que se han realizado en Formación Vial y que las personas que no conducen necesitan apoyarse en estos talleres para saber cómo se deben comportar a la hora de cruzar una calle, coger el autobús, etc.; en todo lo relacionado con su vida cotidiana que les permita reforzar las conductas seguras.
Todos ellos han denunciado los baches en las carreteras o calzadas a la hora de cruzar, así como la altura de los bordillos en las aceras. También han denunciado la duración de los semáforos que no les permite cruzar con tiempo, y reconocen que muchas veces cruzan cuando y donde no deben. Desde la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) y la Asociación Stop Accidentes se quiere destacar la necesidad de realizar campañas por parte de las diferentes Administraciones, dirigidas a la población mayor, sobre los riesgos de la medicación y la disminución de los reflejos a la hora de conducir, ya que no lo tienen asumido.
