Ambas sociedades, participadas por Ferrovial, Sacyr y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Gipuzkoa y San Sebastián, han adoptado esta decisión ante la "inminente imposibilidad de atender diversos compromisos de pago con las entidades financieras acreedoras", según las declaraciones de sus responsables, remitidas por Europa Press.
Ferrovial ha explicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la inversión relativa a este proyecto "se encontraba totalmente provisionada en las cuentas anuales consolidadas del grupo de 2011, por lo que no se prevé impacto significativo alguno en las cuentas de 2012". Por su parte, Sacyr ha asegurado que tiene provisionado el 100 % del valor de esta participación y que la solicitud de insolvencia "no implica ningún impacto económico en sus cuentas".
Desde Sacyr han reconocido que la AP-36 ha llegado a esta situación, viéndose "directamente afectada" por factores ajenos, como la reducción del tráfico previsto, la crisis económica o el aumento de capacidad en vías alternativas libres de peaje. A pesar de ello, las sociedades gestoras de la autopista "confían" en que se pueda alcanzar una solución en los próximos meses. Mientras, la AP-36 se suma a la lista de autopistas de peaje que se encuentran en una situación de insolvencia.
