El Eje se convierte en pilar fundamental de las comunicaciones por carretera entre la llanura de Lleida, las comarcas centrales y Girona, a través de 35 municipios. Se estima que el eje soportará un tráfico de entre 8.000 y 17.000 vehículos diarios, con un porcentaje de vehículos pesados que oscilará entre el 20 y el 30%. Según explica la Generalitat este eje permitirá "potenciar las conexiones intercomarcales y las de largo recorrido, fomentar el equilibrio territorial y favorecer los intercambios económicos."
Las obras comenzaron en 2008 y han sido acometidas de forma escalonada. La financiación de las obras, cuyo presupuesto ha sido de 752,4 millones de euros, se ha llevado a cabo mediante una concesión de obra pública adjudicada a Cedinsa, que incluye la gestión y mantenimiento del Eje por un periodo de 33 años. Además del coste de la obra, se prevé destinar durante el periodo de concesión 227 millones de euros a la conservación y explotación del Eje Transversal y 237 millones de euros adicionales a reinversiones.
La vía
La infraestructura cuenta con tres tramos diferenciados: Cervera-Manresa, Manresa-Vic (Gurb) y Vic-Caldes de Malavella. El primero de estos tramos tiene una longitud de 49,6 kilómetros, a lo largo de los cuales se han construido 13 enlaces y 20 viaductos. El segundo de los tramos, entre Manresa y Vic, tiene 46 kilómetros de longitud comprende 13 enlaces, 12 viaductos y 3 túneles, uno excavado y dos artificiales de doble tubo. El tercer tramo, el más largo de los tres, discurre entre Vic y Caldes de Malavella a lo largo de 57,4 km con una "complicada orografía" que ha hecho necesaria la construcción de diferentes túneles, en total este segmento de la vía acapara 14 enlaces, 18 viaductos y 12 túneles.
La integración con el entorno ha sido una de las grandes preocupaciones en el diseño del proyecto. Destacan en este sentido las actuaciones llevadas a cabo para evitar un efecto barrera de la infraestructura con respecto al paso de los animales con la formación de pasos de fauna. Según explica la Generalitat se han tratado también los taludes para evitar la erosión y garantizar la integración paisajística con el entorno.