El objetivo de esta planta es, según ha explicado el fabricante, avanzar hacia la movilidad sin emisiones de dióxido de carbono. "Para ello es necesario el uso de fuentes de energía alternativas, como la energía eólica, para generar electricidad. Y hay un exceso de viento en el norte de Alemania" explica la compañía a la hora de explicar la ubicación elegida para la planta. La utilización de energía procedente de esta fuente renovable es imprescindible para el objetivo de Audi. El proceso de fabricación del e-gas requiere la absorción de CO2 que se libera de nuevo en su combustión, esto supone "un comportamiento sobresaliente desde el punto de vista medio ambiental".
Las instalaciones se encuentran aún en construcción, sin embargo ya tiene programado el inicio del periodo de pruebas, que se completarán en verano de este mismo año, momento en el cual la planta comenzará a producir unas 1.000 toneladas métricas de e-gas que serán suministradas a través de la red pública de gas natural.
Transporte del reactor
La instalación del reactor, con sus 150 toneladas de masa, ha requerido una compleja operación de transporte a lo largo de 800 kilómetros, entre las localidades alemanas de Deggendorf, lugar de fabricación de éste, y Werlte, donde se situará la planta. Las bajas temperaturas y la nieve hicieron aún más complicado el proceso.
El vehículo elegido para transportar la pesada carga fue un MAN-TGX con motor V8 de 16.2 litros, capaz de desarrollar 680 caballos de potencia, fue llevado de un punto a otro por el conductor Oliver Heisel. El semirremolque empleado tenía una longitud de 43 metros y 14 ejes. Él convoy viajará a 45 kilómetros por hora, lo que le llevó a hacer el recorrido en un total de ocho noches.
