Tal y como ha señalado Fenebús, después de un "extenuante" debate que comenzó en Julio de 2011 (fecha en la que la Comisión adoptó la propuesta), ambos organismos parecen haber cedido en algunas de sus exigencias y han mostrado una buena sintonía, que ya se pudo ver en la reunión que mantuvieron el pasado mes de Marzo. De esta manera, el Parlamento, según la federación, "está dispuesto a renunciar a algunas medidas sociales que quería incluir en el acuerdo, relativas a tiempos de conducción y descanso y contratos laborales, algo a lo que el Consejo se oponía".
La postura del Parlamento
Sin embargo, la Cámara europea insite en la necesidad de equipar a las autoridades nacionales encargadas de realizar los controles en carretera con tecnología que permita rastrear la comunicación a larga distancia de los tacógrafos, "lo que permitiría detectar cualquier posible fraude en el tacógrafo". El Consejo rechaza esta medida y aduce el alto coste que supondría la introducción de este tipo de material para los Estados miembros en un contexto de fuerte restricción económica.
A pesar de estas discrepancias, Fenebús ha asegurado en su último boletín que "ambas autoridades europeas han acercado posturas y no se puede descartar que el debate se cierre pronto con un pacto satisfactorio entre ambas partes".
