A partir del 15 de septiembre, 140 usuarios de los ocho operadores del Consorcio de Transportes del Área Metropolitana de Sevilla participarán en el ensayo del nuevo sistema, comprobando su funcionamiento antes de que la nueva tarjeta se ponga en marcha oficialmente. Para hacer posible el inicio de las pruebas del esta tarjeta -un proyecto en el que la Consejería de Transportes de la Junta ha invertido 1.850.000 euros-ha sido necesario llevar a cabo la instalación de los equipos para su lectura.
El proceso, según señalaron desde el Consorcio de Transportes, está en marcha y de hecho ya se ha procedido a la instalación de esos equipos en la mayoría de los operadores o empresas de transporte público del área metropolitana. Durante el período de pruebas, cuya duración no está determinada, los participantes -integrantes del Panel de Movilidad y Calidad de Servicios del Consorcio- darán a conocer si se produce alguna incidencia en la prestación del servicio.
Cuando se haya determinado que el sistema funciona bien, se empezará a distribuir en los, aproximadamente, trescientos puntos de venta distribuidos por el área metropolitana -fundamentalmente estancos- las terminales en las que se podrán recargar estas tarjetas. Durante un tiempo funcionarán tanto la nueva tarjeta como el actual bonobús.
Estas nuevas tarjetas, que incorporan un chip que almacena toda la información, funcionarán de manera parecida a las de prepago de los teléfonos móviles. El usuario comprará una tarjeta a la que incorporará un saldo concreto -desde los 5 a los 500 euros- sobre el que irá efectuando recargas según sus necesidades.
¿Tarjeta única?
De momento se anuncia que esta nueva tarjeta se pondrá en marcha en los autobuses metropolitanos -una flota compuesta de 550 vehículos-pero la idea es que sirva para todos los sistemas de transportes de Sevilla, incluido el Metro, el tranvía -tanto el Metrocentro como los previstos en Alcalá, Dos Hermanas, La Rinconada y Aljarafe- y hasta el servicio de Cercanías de Renfe. En relación al Metro, al faltar aún más de un año para la puesta en marcha de la Línea 1 se cuenta con la ventaja del tiempo. A pesar de ello la concesionaria de la Línea 1 trabaja desde hace meses en una tarjeta de contacto con un sistema compatible al que se va a poner en marcha en los autobuses del área metropolitana y de hecho ya se llevan a cabo pruebas en los tornos de accesos y las máquinas expendedoras.
