A partir de Enero del año que viene, el control del transporte público de las ciudades inglesas pasará a las autoridades locales, así como su financiación. Esto se producirá una vez eliminado el BSOG (Bus Service Operators Grant), una subvención que recibían las compañías de autobuses en función del gasto de combustible que realizaran. Pero esta ayuda, que servía para mantener los precios de los billetes y ayudar a los operadores, no parece muy lógica debido a que no siempre un mayor gasto de combustible supone una mayor actividad. Además,el BSOG no tenía en cuenta las diferentes necesidades de un entorno urbano y uno rural.
El ministro Baker afirmó: "estas importantes reformas darán a los consejos mas libertad para determinar la provisión apropiada de autobuses, dotando de más poder a las comunidades locales para tomar decisiones basadas en el conocimiento de su situación y sus prioridades. Esto significará mejores autobuses para el servicio de transporte público y mostrará nuestro compromiso continuo con la agenda local, liberando a las autoridades locales del control gubernamental".
La financiación del Gobierno al control por parte de las consejos locales de los servicios de transporte público está prevista hasta Abril de 2014, y se irá planificando a corto plazo.
