El alcalde de la ciudad, Siegfried Nagl, ha instado, por medio de pegatinas e información, a los pasajeros a no utilizar sus teléfonos para hablar y, por tanto, a apagarlos o mantenerlos en modo silencioso. El Partido Popular de Austria (ÖVP) y el partido ecologista «Los Verdes», impulsores de la iniciativa, aseguran que un 79% de los habitantes de la ciudad se sienten incómodos por estar siempre localizables en sus móviles, y que un 42% pide explícitamente que se prohíba su uso en los autobuses, tranvías y trenes de Graz, pero también en los consultorios médicos y hospitales. Los conductores y revisores deberán recordar a los pasajeros de la nueva norma y en caso de molestias graves, tendrán la potestad de expulsar a los pasajeros, aunque por ahora no se prevé la imposición de multas. Resulta curioso que, cuando en España se están habilitando redes wifi para las flotas urbanas, como anunció recientemente la EMT de Madrid, en otras ciudades se limite incluso el uso del teléfono móvil.