La actual situación de crisis económica y la creciente sensibilidad existente en el sector, tanto en relación a la consecución de niveles de progresiva mejora en la rigurosidad y profesionalidad de la gestión económico-técnica del servicio de transporte de viajeros, como con respecto al logro de un sistema para su financiación pública transparente y eficiente, han propiciado un progresivo interés en relación a la necesidad de mejorar el conocimiento de su estructura y evolución. Esta circunstancia favoreció la aparición de las condiciones adecuadas para la adopción de la iniciativa de las instituciones que han promovido la creación del Observatorio de Costes y Financiación del Transporte Urbano Colectivo (Observatorio TUC), entre ellas EMT, Alsa, TMB o Dbus.
El objetivo fundamental del Observatorio es analizar la estructura de costes y financiación del transporte urbano colectivo en superficie en España con el fin de presentar un estudio de las condiciones de explotación de las concesionarias de dicho servicio. Esta tarea resulta útil para facilitar el conocimiento de la realidad del sector a los diferentes agentes implicados en el mismo, como son las concesionarias, las autoridades de transporte público, los usuarios del servicio, los ciudadanos, etc.
La información ofrecida por el estudio resulta de interés, desde el punto de vista de la gestión de las concesiones, para contribuir a una explotación más eficiente del servicio público, mediante la generación de medidas representativas de patrones reales de comportamiento, que potencien y permitan orientar su espíritu de mejora continua, facilitando el establecimiento de criterios óptimos de gestión económica y comercial y aportando información objetiva sobre su estructura de costes y financiación.
El sector del transporte, en sentido amplio, representa un 4,5% del empleo total generado en Europa y un 4,6% del producto interior bruto (PIB), según el Eurostat 2012. En estos años está siendo muy significativa la preocupación existente en la Unión Europea respecto al cambio climático y la dependencia energética. Por ello se está fomentando el uso del transporte público y la introducción de la cultura de sistemas de propulsión alternativos, impulsado a través de la tarificación de las infraestructuras de carreteras.
Medios de transporte más utilizados
Para describir las principales características de la movilidad en Europa y su evolución en los últimos años, este estudio ha tomado como referencia los datos relativos al transporte de viajeros en las principales ciudades europeas obtenidos del Barómetro de la Asociación Europea de Autoridades del Transporte (EMTA), en los años que abarca el análisis (2008-2011).
Con estos datos, se puede comprobar que el modo más utilizado para los desplazamientos en las áreas metropolitanas es mayoritariamente los medios a motor no englobados dentro del transporte público, donde se ubica el vehículo privado, las motocicletas y el resto de medios a motor, seguido por los medios suaves (desplazamientos a pie y bicicleta). En último término se encuentra el transporte público que, además, ha visto descender su utilización desde 2009 hasta 2011 en la mayoría de las ciudades analizadas, excepto en las áreas metropolitanas de Copenhague, Birmingham y Valencia, en las que aumenta.
Esta tendencia es similar en los dos años analizados, a pesar de que la evolución estructural de los grandes núcleos urbanos ha tendido hacia modelos más dispersos, incrementando de forma constante la población en las áreas metropolitanas analizadas mientras que la población en la ciudad principal ha permanecido prácticamente invariable en dichos períodos.
Sin embargo, en el área urbana, el transporte público representa el modo más utilizado con, aproximadamente, más del 30% de los desplazamientos realizados, seguido de los modos a pie y en bicicleta tanto en el año 2009 como en el 2011. En la mayoría de las ciudades, los desplazamientos realizados en el resto de medios a motor han disminuido a favor de los denominados modos suaves, manteniéndose, prácticamente sin variación, los desplazamientos en transporte público.
Por tanto, queda patente que más del 60% de los desplazamientos dentro de las ciudades se puede considerar como “movilidad sostenible”, incluyendo en este término tanto los modos de a pie, en bici y transporte público, en sintonía con las políticas fomentadas por los diversos organismos europeos.
Además, el autobús es el medio de transporte público más utilizado por los ciudadanos europeos para sus desplazamientos, tanto en el área urbana como interurbana, seguido por el metro, como modo alternativo, en aquellas ciudades donde también opera.
