La imaginación en los tiempos que corren es algo que hay que exprimir al máximo si se quieren sacar resultados efectivos. En este caso, Pastor se ha sacado de la manga una serie de medidas para frenar la hemorragia de pasajeros que ha ido sufriendo el sector aeroportuario últimamente. ¿La palabra mágica? Incentivos. Las ayudas serán destinadas principalmente a las aerolíneas con el objetivo de que ésto repercuta directamente en el aumento del número de pasajeros. Y la manera de que se incrementen los usuarios es, como suele ocurrir, bajando los precios.
Precisamente, con la reducción de tasas es como se notará, a partir de 2014 esa bajada de precios. En concreto, la primera medida de Fomento prevé disminuir las tasas en un 75% a los pasajeros que sean adicionales en una ruta determinada. De esta manera y, como compensación a las líneas aéreas, el Gobierno devolverá el 50% del importe descontado a los pasajeros, a lo largo de 2014. Para 2015 se reservará el 25 % restante de la bonificación, siempre y cuando, la compañía aérea mantenga el número de pasajeros de 2014, en la ruta incentivada.
