Quizás la diferencia más llamativa entre ambos estudios municipales sea que mientras que el Plan de Movilidad Sostenible propone la incorporación de carriles bus para acelerar la circulación de estos vehículos, el III Plan de Transporte pasa por alto esta opción, y apuesta por el tranvía a largo plazo; una infraestructura que parecía olvidada ya en la ciudad por su alto coste, y tras provocar el rechazo del movimiento vecinal y de los dos partidos de la oposición.
El III Plan de Transporte se centra exclusivamente en la mejora del sistema de autobuses de la ciudad. Su planteamiento casi no modifica los actuales recorridos de las líneas, y sí busca un ahorro en el servicio deficitario. A corto plazo, propone un aumento tarifario que de hecho ya se ha llevado a cabo y que se ahorre dinero quitando frecuencias durante los veranos y fines de semana.