Convocado por Regine Sixt, y con el mecenazgo del alcalde de Viena, los invitados pudieron disfrutar de las interpretaciones del cantante vienés de ópera Michael Schade, de la soprano Ildiko Raimondi, la estrella siciliana Lucía Aliberti y el famoso coro de los niños cantores de Viena. Las actuaciones deleitaron a la audiencia que pudo disfrutar de piezas compuestas por Wolfgang Amadeus Mozart, Franz Shubert y Richard Staruss.
La noche fue dedicada a las víctimas del tifón de Filipinas. Regine Sixt rogó a los asistentes para que hicieran alguna donación, ya que los supervivientes del desastre se encuentran necesitados de ayuda tan básica como agua, elementos de higiene, alimentos, camas y servicios médicos.
La noche también fue dedicada a otra causa: un proyecto de ayuda a la infancia en Eslovaquia. Allí, la fundación de Regine Sixt y la Orden de Malta trabajan en la educación de 100 niños gitanos y en la integración de la comunidad gitana en la región. “Mi agradecimiento al Cardenal Christoph Schönborn, Arzobispo de Viena, que hizo posible que se abrieran las puertas de la Catedral de San Esteban e invitar a los directivos de Sixt a esta maravillosa experiencia en este escenario único. Al mismo tiempo, quiero expresar mi agradecimiento a los artistas que han participado y mostrado su compromiso en nuestra batalla por mejorar la situación de los niños necesitados”, ha señalado Regine Sixt.