El objetivo que se pretende es ahorrar costes fijos asociados a los buques como consecuencia de la mejora de la productividad de los mismos desde un 50% que tienen en la actualidad a un 75% aproximadamente con la nueva configuración del servicio. Además, se incrementarán los ingresos como consecuencia de la puesta a disposición a la demanda de una red de servicios, en lugar de una línea concreta, que en conjunto da más prestaciones y tiene un mayor alcance geográfico.
Junto a ello, a partir de enero del presente año se hará efectiva una reducción de costes portuarios, tanto en el Puerto de Gijón (7,5% de tasas y 40% de las tarifas de practicaje y amarre), como en el de Nantes (13% de tasas y 8% del practicaje), lo cual sin duda contribuirá también a viabilizar el servicio a partir del año 2015, momento en que se quedará sin ayudas estatales ni europeas.