El delegado sindical de UGT en la firma, Juan Camacho, detalló al Ideal de Huelva que todo comenzó cuando Santana, factoría ubicada en la localidad jienense de Linares, "dio la logística a la multinacional UTI", tras lo que la empresa linarense emplazó en diciembre a Transana -dedicada al transporte de los productos fabricados en Santana- a que negociara con UTI, proceso que se prolongó durante tres meses. "Según nuestra empresa, Santana tenía unas condiciones y UTI las quería recortar poco a poco", hasta que se llegó a una situación insostenible traducida en que, según Transana, en abril les recortaron "sobre un 40 % de lo cobrado en enero" y si antes había seis camiones en Linares después se redujeron a cuatro vehículos.
Ante esta situación, el sindicalista especificó que Transana optó por "lo menos malo" para los trabajadores, que según la empresa equivale a pagar el mes de abril mientras el pasado miércoles se hizo efectivo su despido. Así, pidieron apoyo al comité de empresa de Santana Motor mientras se sucedieron las concentraciones de protesta secundadas por centenares de trabajadores del parque de Santana.