"El Real Decreto no es serio. Así de claro". Esta tajante declaración resume la opinión y las preocupaciones del presidente de la Confederación de Autoescuelas Españolas, José Miguel Báez, frente a la incorporación al ordenamiento interno de la Directiva 2003/59/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de julio de 2003, relativa a la cualificación inicial y a la formación continua de los conductores de determinados vehículos destinados al transporte de viajeros y mercancías por carretera (autobuses y vehículos de transporte de mercancías a partir de 3.500 Kg. de masa máxima autorizada). La formación inicial será obligatoria para el transporte de viajeros para todos los conductores que obtengan el permiso a partir del 11 de septiembre de 2008. En el caso de haberse obtenido el permiso antes, se establecen diferentes plazos para poder superar los cursos que terminarán entre 2011 y 2016. La formación continua se exigirá a todos los conductores.
El tema que más inquieta al presidente de la CNAE es el hecho de que a los profesores que impartirán las clases sólo se les exija ‘la posesión de un permiso de conducir profesional y cierta experiencia al volante de un camión o autobús’.
"El que tú tengas experiencia en algo no significa que sepas transmitirla", declaró Baez a NEXOBÚS. "El Real Decreto establece que solamente con la experiencia se puede dar un curso de 140 horas. No estamos hablando de un curso de un fin de semana o dos. Entonces es parco, una cosa que no tiene mucho sentido", agregó. Para el presidente del CNAE se debería pedir a los formadores una cualificación específica y ampliar las prácticas. "Parece que en este país nos empeñamos en dar pura teoría y muy poca práctica".
Adaptación de la normativa
Báez opina que el Real Decreto ha sido "poco afortunado" en más de un aspecto "sobre todo por el costo que va a tener para las personas, por lo poco que se les va a exigir a los profesionales que los van a formar y la cantidad de horas que van a tener que echar. Son muchas horas ¿y a cambio de qué? ¡De cubrir una legislación europea! Entendemos que es una especie de apaño para adaptar una normativa europea un poco sui generis", explicó Baez. "Aquí hemos querido cubrir un expediente, y nada más. Yo creo que con eso está todo dicho", finalizó.
