La nueva Ley mantiene la voluntariedad de la cotización y flexibiliza las condiciones de prueba de las causas que llevan al abandono de la actividad. UPTA espera que con esta nueva regulación "los autónomos que realmente lo necesiten puedan beneficiarse de la misma", subraya su secretario general, Sebastián Reyna. El principal paso viene dado por la nueva definición de las causas económicas, que se reduce a la prueba de unas pérdidas del 10% en un año de actividad. UPTA sigue considerando que esta prueba es difícil de presentar por parte de los autónomos que se encuentran sujetos al sistema de módulos, "ya que estos hacen su declaración del IRPF a través de criterios objetivos establecidos sin necesidad de llevar una contabilidad convencional", explica Reyna. La nueva Ley, sin embargo, abre la posibilidad de que a través de su Reglamento se establezca un sistema especial de prueba para los acogidos a este régimen y así flexibilizar las condiciones.
En conclusión, UPTA cree que con estas modificaciones "se dé solución a un problema que estaba creando graves dificultades para un colectivo que pese a cotizar no tenía en la práctica derecho a la prestación por la que estaba pagando", asegura el secretario general de la Organización.
