El objetivo de esta iniciativa es apoyar la Asociación de Solidaridad y Cooperación Internacional LVIA, llamando la atención de la opinión pública sobre el drama que representa la falta de agua para las poblaciones de Mali, y promover el proyecto hídrico-sanitario puesto en marcha en el río Níger, que garantizará a 12.000 personas el suministro permanente de 25 litros diarios de agua potable, indican desde el fabricante italiano.
A primera vista, el Iveco Terramare no parece muy distinto del vehículo comercial ligero del que está derivado. Sin embargo, salvo la parte mecánica, que se ha mantenido tal cual por su excepcional solidez y calidad, las modificaciones realizadas por Zanisi son numerosas, como la adaptación de la carrocería para resistir al impacto de las olas, con un revestimiento de chapas de acero soldadas alrededor del vehículo, un propulsor de chorro de agua y depósitos adicionales de 300 litros de capacidad para disponer de combustible suficiente para la travesía.
Velocidad media
El vehículo alcanza una velocidad de unos 100 km/h en carretera y de unos 10 km/h en el agua, y su conducción ha correspondido al propio Maurizio Zanisi y a Roberto Cibrario, el vicepresidente de Vehículos Especiales de Iveco, que constituye la línea de negocio del fabricante en vehículos todoterreno para aplicaciones de protección civil, contraincendios y misiones de paz, y que ostenta una facturación superior a los 1.000 millones de euros, más del 70% de los cuales se obtiene en el extranjero.
La salida tuvo lugar desde Bastia el pasado 30 de mayo, y al final de la travesía, que duró casi 14 horas y que cubrió una distancia de 75 millas marinas, equivalentes a cerca de 140 kilómetros, el Iveco Terramare salió del agua en el puerto de Viareggio y aparcó en el stand de la asociación LVIA en “Viareggio Mare”, la feria dedicada a todo lo relacionado con el mar, que se ha clausurado el 2 de junio.