Contrarios a la valoración de la CETM, que el pasado viernes difundía a través de un comunicado lo siguiente: "se percibe absoluta normalidad en la prestación de los servicios de transporte", la Plataforma valoraba positivamente el respaldo recibido por el total de las 25 asociaciones provinciales que secundaban la paralización del Sector. Aun reconociendo que se trataba de "una jornada un tanto sabática", por tratarse de un día, el viernes, caracterizado por los regresos a casa de los transportistas, José Luis Iglesias auguraba, en declaraciones a NEXOTRANS, una mayor notoriedad de la huelga para hoy lunes, esperando obtener "un tanto por ciento de paralización más significativo".
La prensa digital catalana informaba el viernes de que alrededor de 400 transportistas habían procedido al corte de la autopista AP-7 en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) alrededor de las 9 de la mañana durante 20 minutos, respondiendo al llamamiento de la Plataforma Catalana de Transportes de Mercancías. Las consecuencias: tres kilómetros de atasco en los dos sentidos de la marcha y retenciones en la C-17, en la zona de Mollet y Parets del Vallès. En Valencia, la marcha lenta convocada por transportistas desde el puerto de Sagunto hasta el puerto de Valencia para protestar por la subida del precio del petróleo causó retenciones de hasta 20 kilómetros en la autovía A-7. La marcha de los camioneros se desvió a la autovía A-3 en la salida 340 y continuó hasta Cheste, lo que también afectó al tráfico de esta autovía, en sentido Madrid, entre las 9.05 y las 9.35 horas, con una circulación lenta de unos cuatro kilómetros.
"¿Por qué no se liberaliza el gasóleo?"
"Estamos dispuestos a reunirnos con los representantes de la oposición, con Rajoy y con Rosa Díez, por mediación de CC.OO. y UGT", sostiene José Luis Iglesias. Desde la Plataforma tienen claro que el fin de la huelga sólo podría llegar con la aceptación de las reivindicaciones "prioritarias", como "la referente al observatorio de costos o la democratización del CNTC", donde, a su juicio, el "voto por camión" pone en situación de clara desventaja al pequeño frente al gran flotista. El libre comercio es, en opinión de Iglesias, un arma de doble filo. "No se establecen tarifas mínimas porque se ataca el principio de liberalización, ¿por qué no se liberaliza el gasóleo?, que está en poder de cuatro multinacionales (...)."
Iglesias considera que la situación actual no es comparable a la vivida en 2005, cuando se sucedieron varias jornadas de paro nacional. "Ha habido gente que se ha visto obligada a abandonar el camión y a ponerse a trabajar de peón para poder comer". La responsabilidad del Gobierno va, según el representante de la Plataforma, más allá del transporte. "No se está gobernando, ese es el verdadero problema. Hay crisis en todos los colectivos y España no es un país rico, sino pobre", concluye.
