www.nexotrans.com

Tecnología para revolucionar el mundo: sensores de sistemas micro electromecánicos (MEMS)

Posibles aplicaciones en los vehículos, smartphones, consolas de videojuegos, ordenadores y tablets

miércoles 04 de marzo de 2015, 01:00h
Los sensores MEMS son un elemento clave del mundo conectado. En tan solo unos escasos milímetros de tamaño, albergan delicadas estructuras microscópicas de silicio. Los sensores usan estas estructuras para medir la aceleración, la presión del aire, el campo geomagnético, el sonido, la temperatura, la humedad, la velocidad de giro, la calidad del aire, etc...
Equipado con delicadas estructuras mucho más finas que un cabello humano, los sensores detectan el mundo que les rodea.
Equipado con delicadas estructuras mucho más finas que un cabello humano, los sensores detectan el mundo que les rodea.

Objetos de uso común, carentes de electrónica, tales como puertas o ventanas, se pueden equipar con un pequeño interfaz de radio de alta eficiencia energética y una diminuta batería para que logren registrar su entorno y convertirse así en parte del Internet de las Cosas ("IoT", en sus siglas en inglés). Bosch es líder mundial en sensores MEMS, de los que ha fabricado ya cinco mil millones desde el comienzo de la producción hace 20 años.

Los sensores MEMS son los ojos y oídos de muchos dispositivos móviles. Ayudan a los smartphones y tablets a reconocer su ubicación en el espacio; lo que significa que son los que hacen rotar automáticamente la orientación de la pantalla según la forma en que el usuario la sostenga en sus manos. Diminutos micrófonos MEMS graban el sonido. Los sensores también encuentran su campo de aplicación en los ordenadores portátiles, relojes inteligentes, consolas de videojuegos, y relojes deportivos.

Incluso, cualquier máquina puede ser equipada con sensores capaces de registrar información sobre su estado de funcionamiento y que pueda identificar los cambios y desviaciones que podrían indicar la existencia de algún problema. Esta información puede ser enviada a cualquier parte del planeta a través de internet. Los sensores, baterías y transmisores se pueden combinar ahora en unidades individuales que son tan pequeñas, de tan bajo consumo y reducido coste, que pueden ser puestos a trabajar por miles de millones. Al mismo tiempo, las redes de datos son accesibles desde casi cualquier lugar.

Nuevo avance: sensor medioambiental

En el CES 2015 de Las Vegas, Bosch exhibió el primer sensor MEMS del mundo que mide la presión del aire, la humedad, la temperatura ambiente, y la calidad del aire. Todas sus funciones están contenidas en una única carcasa que mide apenas tres por tres milímetros. Esto abre las puertas a un gran número de nuevas utilidades para dispositivos móviles u otros objetos; tales como, la medición de la calidad del aire en una habitación, o disponer de una estación meteorológica personalizada en el smartphone que ajusta automáticamente la calefacción o el aire acondicionado de la casa.

Para la navegación interna, dentro de un edificio, tales sensores pueden enviar información a la planta donde se encuentra el dispositivo. Así, por ejemplo, pueden ayudar a los usuarios a encontrar con mayor rapidez una tienda en concreto dentro de un gran centro comercial. Los sensores también se utilizan en aplicaciones de salud o fitness, una forma cada vez más habitual de medir la cantidad de pasos que da el usuario o contar cuantos peldaños de escaleras ha subido cada día.