Con esta modalidad, explicó el consejero Javier Del Olmo, significa una "renovación tecnológica, y una mejora de la calidad del servicio", ya que, al no requerir inserción en un dispositivo, hará posible en una reducción de los tiempos de desplazamiento de las rutas, un aumento de la velocidad comercial y un ahorro en el consumo. El 90% de las rutas operadas desde Cantabria tienen instalada ya la tecnología para el uso de esta tarjeta, que afectará a más de siete millones de viajeros. La experiencia piloto con la empresa Astibús, que se viene realizando desde noviembre de 2007, ha dado resultados positivos, por lo que el sistema se extenderá a las 15 empresas concesionarias del transporte que operan en la región. El usuario seleccionará las tres que utilice más habitualmente para cada tarjeta monedero. En un futuro no muy lejano, la Consejería espera incluir en la oferta sin contacto los desplazamientos ferroviarios y los efectuados a bordo de la flota del servicio urbano de Santander, TUS.
