El consorcio está liderado por Acciona Trasmediterránea, Etra Investigación y Desarrollo, Fagor Electrónica, Ibermatica, Inforport Valencia, Ingelectric, Instituto Ibermática de Innovación, Servimaps Sig y TB-Solutions. Participarán como organismos colaboradores de investigación, además de ITENE, otras entidades como: Centre Tecnològic de Telecomunicacions de Catalunya (CTTC), Fundación Centro Tecnológico en Logística Integral Cantabria (CTL), Fundación Robotiker, Fundación Universidade da Coruña, Fundación ValenciaPort, Mondragon Goi Eskola Politeknikoa S. Coop., Universidad Carlos III, Universidade da Coruña, Universidad de Cantabria, Universidad de Murcia, Universidad Pablo de Olavide, Universidad del País Vasco, Universidad Pública de Navarra y Universidad de Valladolid.
El fin del proyecto TIMI es incrementar la eficacia y calidad de los sistemas y servicios de transporte de mercancías intermodales aprovechando al máximo los recursos disponibles y las restricciones existentes en los diferentes modos de transporte. Se busca potenciar el uso de medios de transporte alternativos a la carretera y que limiten los efectos nocivos al medio ambiente derivados de su uso masivo. Se pretende optimizar la utilización de los sistemas intermodales, eliminando los problemas de coordinación y tratamiento segmentado de cada uno de los modelos.
Los participantes buscarán aumentar la seguridad y protección de bienes y personas, así como disminuir la falta de control en el seguimiento que muchos usuarios perciben en las cadenas de transporte que involucran a un gran número de agentes. Promoverán un sistema de transporte sostenible, incluyendo en la toma de decisiones factores no únicamente económicos sino también aspectos relevantes desde el punto de vista medioambiental y/o social.
Escenario futuro del transporte
Según el estudio inicial del proyecto, se pretende dar respuesta a los retos que se plantean como consecuencia del escenario futuro del transporte. Ese escenario prevé que exista una red compuesta por infraestructuras nodales (puertos, plataformas logísticas, terminales ferroviarias, puertos secos, etc) e infraestructuras lineales (redes de carretera, redes ferroviarias, autopistas del mar, etc). Esta red será capaz de acoger toda la demanda de transporte, ofreciendo altos niveles de seguridad, calidad e interoperabilidad entre modos.
Los puertos se configurarán como los principales nodos. A ellos llegarán buques de mayor capacidad con lo que se potenciarán los avances en los equipos vinculados a la carga y descarga. La conexión ferroviaria hacia plataformas en el interior, y viceversa, será una realidad: más frecuencia, más volumen, etc. En ese futuro del transporte deberá existir una planificación coordinada de los centros de intercambio modal con la participación de capital público y privado.
La proliferación de plataformas logísticas que está viviendo nuestro país no implica el éxito de las mismas, según el estudio inicial. Se deberá adoptar por necesidad una política racional a la hora de definir el mapa logístico nacional del futuro. Se habrá definido un sistema de información que cubrirá las necesidades de los distintos agentes: reserva de espacios, cobro, trazabilidad, monitorización de la unidad de carga, etc. Y, finalmente, a través de la cooperación de los distintos agentes que componen la cadena de transporte intermodal se habrán definido unos estándares de seguridad a lo largo de la cadena de suministro.
