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Fegatramer denuncia el acoso y derribo a los transportistas y productos españoles en Europa

Francia y Alemania son los dos países más beligerantes, con actos violentos y medidas coercitivas incluidas

martes 04 de agosto de 2015, 02:00h
La Federación Gallega de Transportes, Fegatramer, ha expresado su más enérgica protesta por la situación de persecución y acoso que los transportistas españoles están sufriendo a lo largo de algunos países de la UE, e hizo un llamamiento al gobierno español y al europeo, para que pongan fin a toda una serie de normas y comportamientos en ciertos países.

En concreto, Francia y Alemania, que con el fin de atacar la competitividad de los productos españoles, han desembocado en actos violentos en algunos casos y en otros, de medidas coercitivas y de presión fuera de todo lugar contra los transportistas de nuestro país.

Así, en Francia una vez más los agricultores y ganaderos atacan a los camiones y productos españoles impunemente sin que la UE diga ni haga nada para evitarlo, pese a la reincidencia. Las manifestaciones que los agricultores y ganaderos franceses vienen manteniendo durante los últimos días, han establecido controles y realizado ataques a los camiones extranjeros que entran por la frontera española, los transportistas españoles han sido parados y atacados ante la pasividad de la Gendarmería Francesa. Y el riesgo no sólo es para el camión y su carga, sino también para los conductores, pues los manifestantes han llegado a agredir a algunos conductores que se han negado a abrir el camión.

Por otro lado, en Alemania a parte de los peajes por el uso de sus infraestructuras, y el nuevo control de salarios de los conductores, los transportistas españoles vienen siendo inspeccionados de forma expeditiva y desmedida en cuanto a la estiba de las mercancías y las dimensiones de los vehículos, en especial las inspecciones de altura de los semirremolques.

Amparándose en esta nueva aplicación de la normativa alemana sobre control de gálibo de los vehículos, la policía teutona viene controlando a los camiones extranjeros que circulan por sus carreteras, buscando localizar vehículos cuya la altura máxima de los semirremolques no supere los cuatro metros con un margen de error no superior al 1%.

Como consecuencia de ello, unos pocos centímetros dan como resultado unas fortísimas sanciones, a parte de la consiguiente paralización del vehículo y de las mercancías, que para moverlas, los transportistas españoles deben de pagar precios desorbitados a camiones locales, sino disponen de vehículos propios que puedan ir en su auxilio. Además los agentes alemanes están avisados de los sistemas de control de la altura de la quinta rueda, y obligan a ponerlo en situación de conducción, y no les vale ponerlo en el modo de baja altura en estacionamiento.

Y todo ello, con un comportamiento al límite por parte de la policía alemana y unas sanciones que superan a veces los 2.000 euros. Y aunque las normas de estiba de las mercancías y de limitación de cuatro metros de altura en las carreteras alemanas ya fueron publicadas hace tiempo, lo que es novedoso es el acoso y derribo a los conductores españoles y la exhaustividad del control por parte de la policía del país germano hacia los mismos.