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Revisión del Libro Blanco de Transportes: la eurocámara pide igualdad de condiciones entre modos

El Parlamento Europeo ha aprobado formalmente una resolución al respecto el pasado 9 de septiembre

sábado 19 de septiembre de 2015, 02:00h

La revisión de los objetivos del del Libro Blanco de Transportes de 2011 es un tema candente en Europa. Así, el Parlamento Europeo ha aprobado formalmente una resolución al respecto el pasado 9 de septiembre. Desde Fenebus explican que la resolución insiste en que se debe fomentar más el transporte sostenible y la movilidad urbana.

De igual modo, pide a la Comisión que presente una propuesta que prevea la internalización de los costes externos del transporte de mercancías y de viajeros y que adopte medidas para garantizar una aplicación más amplia de los principios «el usuario paga» y «quien contamina paga» así como exige una igualdad de condiciones entre los modos de transporte. Además, solicita la inclusión de un nuevo objetivo para doblar la utilización del transporte público en zonas urbanas hasta 2030. Asimismo invita a seguir la evolución y medir el impacto de las nuevas actividades que ponen en contacto a conductores y a viajeros (Uber, Blablacar y similares) para luego tomar medidas adecuadas.

En aras de mejorar la seguridad vial, la resolución también insta a revisar las normas relativas a la formación y cualificación de los conductores profesionales y a abordar la cuestión de la calidad del empleo. Asimismo exige garantizar la interoperabilidad de los sistemas de telepeaje y una evaluación de los sistemas de peaje y su compatibilidad con los Tratados de la UE. A su vez pide adoptar un código social para los trabajadores móviles del transporte por carretera, que aborde el problema del trabajo autónomo falso.

Por su parte, en el Diario Oficial de la UE se ha publicado recientemente el Dictamen del Comité Económico y Social Europea sobre el mismo asunto. Ante fenómenos como el dumping social, el CESE sugiere que los Estados miembros refuercen el control del cumplimiento para evitar problemas como las “sociedades buzón” o los falsos autónomos. También solicita que se añada un objetivo de duplicar el transporte urbano en las ciudades a 2030 y pide distinguir entre los principios de “quien contamina paga” y del “usuario pagador” porque su carácter y objetivos son distintos. Mientras que el CESE apoya el primero de ellos dado el coste económico de la no sostenibilidad, se muestra en contra de una utilización sistemática y generalizada del segundo por cuanto que el transporte público es servicio de interés económico general y en el Tratado de Lisboa se pide que los Estados miembros velen por que esos servicios sean de gran calidad y a precios asequibles.

Finalmente, el CESE alerta de la aparición de Uber y otras empresas que median en los servicios de pasajeros (a las que califica de especie de corretaje de servicios de transporte) pero donde la relación entre corredor, conductor y pasajero no está clara. Por ello, exige que la Comisión Europea analice la situación en cuanto a la seguridad, la responsabilidad de esos corredores o de los conductores y los derechos de los pasajeros con respecto al Tratado sobre Funcionamiento de la UE, la legislación social y los derechos de los consumidores.