Inés Sabanés, delegada del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento y presidenta de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), estuvo acompañada por el gerente de la EMT, Álvaro Fernández Heredia; Ovidio Egido, director general de MasterCard España; Juan Golmayo, director general de Santander Elavon, y Manuel Iturbe, director territorial del Banco Santander en Madrid. En su intervención, explicó que la "innovación es clave para cambiar la gestión de la ciudad", destacando que "la EMT, empresa pública referente en Europa, da así un paso más en la mejora del servicio a los usuarios", pero también "a los conductores", con mayor eficacia.
Los usuarios no habituales del servicio suponen un 5-6% del total y serán los más beneficiados
Los datos técnicos corrieron a cargo de Enrique Diego, director de Tecnología y Sistemas de Información de la EMT. Aportó que los usuarios no habituales del servicio suponen un 5-6% del total, y serían los más beneficiados por este servicio, que "acorta los procesos y facilita el pago off line, sin necesidad de efectivo".
Línea 27 y Express
La elección de las líneas 27 y Express se debe a su alto grado de utilización por parte de viajeros no habituales, sobre todo en el caso de la que conecta la ciudad con el aeropuerto. Los turistas pueden llegar sin dinero en efectivo y no tener necesidad de cambiar para desplazarse al centro. Todo ello "en poco más de un segundo, que es lo que se tarda en la operación. El usuario recibe una luz verde de conformidad y ya puede pasar". En cuanto al control del pago, Diego destacó que "el vehículo almacena todas las transacciones, a las que los inspectores tienen acceso mediante la wifi embarcada, pudiendo comprobar si el usuario a pagado o no".
La prueba piloto se desarrollará en una primera fase de ocho semanas, periodo en el que alrededor de 50 usuarios seleccionados podrán poner en práctica el pago sin contacto en las dos líneas mencionadas, y en un total de 45 autobuses. Si todo va bien, a continuación se abrirá la posibilidad de pago con tarjeta a todos los usuarios de estas líneas durante un periodo de unos seis meses, y en función de los resultados, se iría ampliando la cobertura de esta tecnología al resto de la flota, de manera paulatina. Los plazos están en el aire, aunque se estima que, de lograrse el éxito previsto, toda la flota podría incorporar estos lectores a finales del año que viene. Hasta la fecha, solo Londres y Chicago utilizan esta tecnología en sus redes de transporte público.
