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Los malagueños utilizan poco el transporte público, a pesar de disponer de una amplia y cuidada red

martes 08 de julio de 2008, 01:00h

Del informe del Observatorio de Movilidad Metropolitana presentado hace escasas semanas se desprenden muchos datos de relevancia. Uno de ellos es que Málaga es uno de los núcleos que menos utiliza el transporte público. El informe destaca como aspectos positivos del servicio granadino el uso de las nuevas tecnologías, el precio y la amplia red de paradas, pero no perdona la falta de líneas nocturnas y de carriles bus.

Según el citado documento, cada habitante del área metropolitana de Málaga usa algún medio de transporte público (autobús urbano o metropolitano y tren de Cercanías) menos de 68 veces al año. La cifra sólo supera a Asturias y la Bahía de Cádiz, aunque en el estudio los datos de ambas zonas no están al completo. Y Málaga se encuentra por debajo del resto de áreas metropolitanas en cuanto a viajes: Valencia duplica la cifra, Barcelona la triplica y Madrid la multiplica por 4,5.

La deficiencia de servicios nocturnos queda evidenciada en que, según los datos del Observatorio de Movilidad Metropolitana, las tres líneas que cada noche recorren las calles de la capital quedan lejos de las 14 de Gran Canaria, las ocho de Sevilla o las nueve de Valencia, por hablar de zonas de tamaño similar. Lejos quedan Barcelona y Madrid, con 16 y 36 líneas nocturnas respectivamente. Además, en cuanto a carriles bus en la capital de la Costa del Sol, sólo el 3% de los autobuses que circulan pueden hacer uso de ellos, cifra que se ve superada por Granada, Sevilla, Zaragoza, Valencia, Barcelona o Madrid.

En el apartado positivo destacan sin embargo los servicios a personas con movilidad reducida, ya que el cien por cien de su flota está adaptada. Sólo lo igualan el consorcio de Asturias y el de Barcelona. Además, Málaga tiene los precios más baratos del billete con un euro y también es una de las mejores en cuanto a información en tiempo real al usuario en los paneles instalados en las paradas. Además, sólo cuatro de cada 100 malagueños viven a más de 300 metros de una parada, lo que da cuenta del notable grado de capilaridad del servicio.