El curso, celebrado dentro de las actividades de los Cursos de Verano de la Universidad Politécnica de Madrid, contó con cerca de 40 ponentes, entre Administración, políticos, catedráticos, periodistas, expertos, entre otros, quienes expusieron las materias de mayor actualidad en el sector en siete mesas redondas, que se han estructurado en un formato de conferencia y debate, lo que ha permitido la participación directa de asistentes y ponentes.
El curso, que fue inaugurado por el director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, Joaquín del Moral, Blanca Martín-Berrocal, consejera delegada del Grupo Sepulvedana, y Javier García Domingo, presidente de Ascabus, fue clausurado por la alcaldesa en funciones del Real Sitio de San Idelfonso, María Jesús Fernández Ortega, acompañada por el director general de Transportes de la Junta de Castilla y León, Ignacio Santos, y por Jacinto Morales, director de Operaciones de La Sepulvedana.
Conclusiones
Entre las conclusiones del curso cabe destacar las desarrolladas entorno al modelo actual de movilidad, basado fundamentalmente en el uso del vehículo privado, el cual “no es sostenible en el medio plazo desde el punto de vista medioambiental, y de la eficiencia económica y la competitividad”. Durante el curso se aseguró que “el autobús tiene un papel clave que desempeñar al confluir en él tres atributos: (1) eficiencia medioambiental y energética; (2) capilaridad y flexibilidad para la vertebración territorial; y (3) eficiencia económica. Para que el sector desempeñe este papel, es esencial que cuente con un marco regulatorio estable que fomente su utilización frente a los modos de transporte menos eficientes en materia de movilidad sostenible, sean públicos o privados”.
El curso contó con cerca de 40 ponentes, entre Administración, políticos, catedráticos, periodistas, expertos, entre otros
En cuanto a las infraestructuras para el autobús, el curso concluyó que “el aumento de la movilidad en el transporte por carretera pasa, necesariamente, por políticas de infraestructuras que se orienten hacia la rehabilitación de las estaciones de autobuses en los centros de todas las ciudades de cierta entidad, con funciones multimodales y espacios para la interacción de los agentes económicos que aumenten el atractivo por el uso de nuestro modo de transporte”. Precisamente, señalaron los ponentes, “fortalecer y privilegiar el autobús con respecto al vehículo privado es una de las principales medidas que puede contribuir a la extensión en el uso del transporte público, en la medida en que permite disminuir el coste generalizado de los desplazamientos para los usuarios”.
“Para estimular un uso más intensivo del transporte en autobús por parte de la sociedad deberían mejorarse las infraestructuras dedicadas al autobús, fomentar la intermodalidad y otras políticas de gestión óptima de la movilidad, implantar un verdadero impuesto al carbono (deducible en parte para las empresas de transporte colectivo de viajeros por su menor contaminación unitaria) e implantar peajes urbanos por congestión cuya recaudación se destinaría exclusivamente a la subvención del transporte público”.
El curso concluyó, entre otras cosas, que para estimular el uso del autobús deberían mejorarse las infraestructuras
En cuanto a la economía colaborativa, desde el curso, se señaló que “el uso de las plataformas digitales para ofertar servicios de transporte público utilizando vehículos particulares con la justificación de que se comparten los gastos del viaje, no es consumo colaborativo, porque lo que realmente hacen son labores de intermediación en el transporte, cobran por ello y los servicios no se corresponden con la definición de la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre de transporte privado”.
Al respecto, señalaron que “es preciso que se reforme la legislación para regular estas nuevas formas de movilidad con similares normas y obligaciones que los actuales operadores”. Finalmente, cabe mencionar las conclusiones respecto a los desafíos tecnológicos del autobús. “El desarrollo de aplicaciones de información y venta, a través de cualquier dispositivo, así como la presencia en las redes sociales debe ser una prioridad para el sector de cara a promocionarlo, fomentar su uso y mejorar su imagen”.
“El uso generalizado de las TIC en el sector traerá una mejora de la calidad del servicio de transporte, porque permitirá disponer de un sistema completo de información y reserva previo al viaje, la posibilidad de acceder a bordo de los vehículos a servicios avanzados de comunicaciones, información y ocio, la presencia del transporte público en redes sociales y nuevas formas de comunicación interpersonal, la conectividad con otros servicios y otros modos de transporte público, así como la mejora de la información y la transparencia en las relaciones entre operadores y, a su vez, entre éstos y las Administraciones”.
