La UE está preparada para abrir el mercado comunitario a productores de fuera de la Unión, sin asegurar medidas recíprocas para los fabricantes europepos. Las condiciones para el llamado Acceso al Mercado No Agrícola (NAMA), a discutir por la conferencia de ministros en estos días, limitará las oportunidades de exportación y reducirá las inversiones y el empleo en Europa.
"La Comisión Europea parece que sacrificará a los fabricantes de automóviles europeos y otros importantes sectores afines para alcanzar un acuerdo global en Doha. Esta no puede ser la elección de la UE para dejar a sus mayores industrias en la nevera", ha comentado Ivan Hodac, secretario general de Acea.
"La industria de la automoción siempre ha apoyado un sistema de comercio multilateral, asegurando rutas para la exportación de productos y mejorando el acceso al mercado para ambos lados de la mesa. Pero el texto actual del NAMA, sin embargo, no ofrece nada a cambio para la fuerte reducción de las tarifas comunitarias que se propone", añade Hodac.
"Las propuestas podrían resultar una reconfirmación de la protección extrema existente durante la próxima década. Mercados como India, China, los países de ASEAN y otros permanecerán básicamente cerrados a nuestras exportaciones. Este no es el objetivo de las negociaciones comerciales".
Posición de Acea
La posición de Acea sobre el estado actual de las negociaciones se mantiene como sigue:
- Picos tarifarios deben ser eliminados, siguiendo el objetivo original de la Ronda de Doha.
- Los países en desarrollo podrían tener largos periodos de transición y coeficientes más altos para definir tarifas, con una previsión en el texto del NAMA para que los países que no tengan recursos para ser flexibles excluyan todo, o la mayor parte de sus sectores industriales, como el de la automoción, desde tarifas más bajas.
- Las barreras a de no-tarifas a la automoción necesitan ser modificadas, mediante un mecanismo baremado por resultados, para resolver las barreras técnicas y no técnicas, según las regulaciones UN ECE de 1958 y 1998.
"Sin resolver estos asuntos, no habrá mejoras en el acceso al mercado para países emergentes y en vías de desarrollo en un futuro próximo. Bajo las presentes circunstancias, nuestra industria incita a los Estados miembros a rechazar el texto del NAMA", concluye Hodac.
