En esta XIX edición, más de medio millar de personas, familias de transportistas se reunieron en As Pontes para compartir una comida después de un duro año de trabajo, “porque la profesión de transportista es dura, son muchas horas dedicadas a la actividad, con problemas con las cargas, con los cargadores, también a veces con los propios compañeros de profesión y con las distintas Administraciones, que casi siempre, solo piensan en el Sector, para subir los impuestos del gasóleo, los peajes, las tasas de todo tipo, etcétera, y pocas veces lo hacen pensando en que el transporte público de mercancías por carretera es una actividad esencial para nuestra sociedad, a la que hay que exigirle que cumpla la normativa y pague sus impuestos, que ya lo hacen, y en alto grado, sino que también hay que escucharles, entenderles y en lo posible ayudarles en sus demandas”, destacaron en el encuentro.