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CONTROLES DE LA GUARDIA CIVIL

Varios agentes de la Guardia Civil, en un control a distintos vehículos.
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Varios agentes de la Guardia Civil, en un control a distintos vehículos.

La Dirección General de Tráfico decide incrementar el control y la vigilancia de furgonetas

martes 29 de octubre de 2019, 07:00h
En 2018, las furgonetas estuvieron implicadas en 10.844 accidentes con víctimas, en los que fallecieron 234 personas, de las cuales 81 eran ocupantes de la furgoneta y 153 fueron fallecidos terceros, es decir, ocupantes de otros vehículos o peatones implicados en dichos accidentes. Este dato, junto con la observación por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de que estos vehículos son frecuentemente utilizados para transporte rápido de mercancías y de uso laboral, son algunos de los motivos que llevan a la Dirección General de Tráfico a realizar entre el 28 y 31 de octubre una campaña especial para intensificar los controles y la vigilancia de furgonetas.

Conducir una furgoneta no es lo mismo que conducir un turismo, aunque ambos se conduzcan con el mismo permiso de conducción

Durante estos cuatro días, se establecerán puntos de control en las carreteras, sobre todo en las convencionales, que son las que mayor índice de siniestralidad registran y en zonas próximas a centros comerciales, polígonos industriales y lugares de carga y descarga. Los agentes de la ATGC, comprobarán la velocidad, la documentación tanto del vehículo como del conductor, la carga transportada, si los conductores conducen con presencia de alcohol y drogas o si se ha pasado la correspondiente Inspección Técnica de Vehículos, cuestiones todas ellas relacionadas con la seguridad vial.

Es en las vías urbanas donde se produjeron el 57% de los accidentes, pero es en las interurbanas donde los accidentes son más graves. Las furgonetas, dentro de los vehículos ligeros de transporte de mercancías, suponen el número de vehículos mayoritario con 2,4 millones, es decir el 7% del total del parque nacional de vehículos y en 2018 estuvieron implicados en el 11% de los accidentes con víctimas, en los que se produjeron el 13% de los fallecidos de 2018. El porcentaje de accidentes con al menos una furgoneta implicada ha aumentado de un 8,6% en 2013 a un 11% en 2018.

Conducir una furgoneta no es lo mismo que conducir un turismo, aunque ambos se conduzcan con el mismo permiso de conducción. El estilo de conducción de algunos de estos vehículos se aproxima más al de un turismo que al de un vehículo pesado de transporte de mercancías. Suelen ser utilizadas para transporte rápido de mercancías en cortas recorridos, sobre todo en el ámbito urbano.

La normativa aplicable a los vehículos pesados de transporte de mercancías no lo es a los vehículos ligeros como son las furgonetas. No llevan tacógrafos ni limitadores de velocidad, por lo que sus conductores pueden conducir muchas más horas, sin posibilidad de que los agentes lo puedan verificar. El peso total de estos vehículos es dos o tres veces más elevado que el de un turismo, hecho que afecta a la conducción y no siempre se tiene en cuenta. Además del peso, la correcta sujeción de la carga es vital en caso de accidente, tanto para la persona que ocasiona el accidente como para los ocupantes de los otros vehículos implicados.

Factores de riesgo

Las furgonetas presentan unas características dinámicas y de utilización distintas a otros vehículos que las hace diferentes, no solo en lo que a conducción se refiere sino también a la accidentalidad. El estudio realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con el Intras ‘Furgonetas en la carretera: ¿un riesgo para la seguridad vial?’ concluye que el 81% de los conductores ocasionales de furgonetas desconocen la forma más segura de colocar la carga, el 75% ignora los límites de velocidad de estos vehículos y el 46% nunca fija la carga en sus portes.

Velocidad: En la conducción de furgonetas es fundamental mantener una velocidad adecuada. Circular en una curva a una velocidad inadecuada puede provocar salidas de vía o vuelcos del vehículo, debido a que su mayor maya y su centro de gravedad más alto, hace que el vehículo tienda ir en línea recta. Las furgonetas tienen una velocidad diferente a la de los turismos. Estos pueden variar según el tipo de vehículo y la vía por la que se circule

Visibilidad: Las grandes dimensiones de este tipo de vehículos hacen que el campo de visión se reduzca notablemente especialmente en lo que respecta en la visión trasera y ángulos muertos.

Distracción: El hecho de que el vehículo sea frecuentemente utilizado como transporte de mercancías para un uso laboral puede producir distracciones durante la conducción. Se recomienda planificar y gestionar el trabajo en parado y no usar el teléfono, buscar direcciones, documentación… mientras se está conduciendo.

Colocación de la carga: Cada vehículo tiene una masa máxima autorizada que no se puede sobrepasar. El reparto de la misma dentro del vehículo es muy importante para que el éste responda correctamente ante frenado y trazados de curvas. En caso de frenazo brusco, la carga se desplazará hacia la parte delantera acumulando una mayor energía cinética. Se recomienda la distribución uniforme de la carga, siguiendo las recomendaciones de la DGT al respecto, colocando los objetos de mayor peso directamente sobre la plataforma y preferiblemente sobre los dos ejes, sujetándola para evitar desplazamientos.

Distancia de frenado: La mayor masa de este tipo de vehículo hace que sea necesario mantener una mayor distancia de seguridad.

Altura y centro de gravedad: La altura del vehículo es un dato muy a tener en cuenta por parte del conductor de una furgoneta, además de estar muy pendiente de la información que pueda encontrarse sobre la misma en pasos subterráneos, puentes, garajes, barreras. Esta mayor altura, hace que el centro de gravedad sea más alto y les hace más inestables y más sensibles a los vientos laterales.

Estado de los neumáticos: Los vehículos relacionados con un uso más profesional presentan mayores índices de defectos en los neumáticos, como es el caso de las furgonetas. Es imprescindible comprobar regularmente la profundidad del dibujo. Se recomienda que la profundidad de las ranuras tenga como mínimo tres milímetros. El límite legal es de 1,6 milímetros.