El Consorcio de Transportes de Vizcaya (CTB) publica un informe sobre el impacto económico que la política de transporte público de esa provincia ha tuvo en enero de 2014 sobre las arcas del País Vasco. Una de las conclusiones que se desprenden del informe es que el índice de motorización, es decir, el grado en que los vizcaínos depende del coche para desplazamientos rutinarios, no tiene tanto que ver con el nivel de renta de la población, como con la proximidad de los servicios de transporte público.
El CTB extrae otra importante correlación inversa entre la calidad y la frecuencia del servicio público de transporte en cada municipio, y la dependencia del automóvil en los desplazamientos. El informe del consorcio vizcaíno se ha elaborado en base a indicadores como la densidad residencial y de empleo, el nivel de motorización o de renta por familia.
Centrándose en Bilbao, su área metropolitana y el resto de Vizcaya separadamente, el CTB concluye que los residentes con buenas comunicaciones en su área local, ahorran más en costes de movilidad "con respecto a los residentes en el resto del territorio (vasco)".
La caída del número de vehículos en propiedad, y el consiguiente aumento del uso de las líneas públicas de tren, autobús y otros medios, permiten concluir al consorcio que los ahorros en movilidad de las familias de Vizcaya suponen 490 millones de euros anuales de ahorro, que "se canalizan y repercuten directamente en la economía local", apunta el informe.
Ahorro
Una cifra que se alcanza, dice el consorcio provincial, teniendo en cuenta solo a Bilbao y su área metropolitana. "Esa cifra crece hasta los 704 millones anuales para el conjunto de Vizcaya", matiza el informe. Claro que el informe también deduce de las dos cifras anuales anteriores el déficit acumulado de explotación, bastante alto en todos los medios de transporte. Tras aplicarlo, el balance de beneficio para Bilbao y su metrópoli es de 385 millones de euros anuales. En el conjunto de Vizcaya, la cifra asciende hasta los 600 millones de euros.
Los operadores de transporte del territorio mueven, según datos del informe, un total de 165 millones de viajeros al año y acumulan un déficit de 105 millones. En el caso de los autobuses municipales, Bizkaibus tuvo casi 26 millones de pasajeros en 2013 y acumuló unos gastos que triplicaron sus beneficios, generando un déficit de 20 millones y medio anuales.