El decálogo pretende ser una guía para los ayuntamientos
Esta reclamación la ha realizado en Madrid, con motivo de la presentación del Decálogo de la Distribución Urbana de Mercancías y el E-commerce para España, en un acto presidido por el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del ministerio de Fomento, Julio Gómez-Pomar. Aranda espera que el decálogo sirva de “guía” para los ayuntamientos en el diseño de sus ordenanzas municipales.
Las empresas de logística y transporte, responsables del reparto en la ciudad, están concienciadas de la necesidad de contar con una flota sostenible, pero para que puedan materializar sus inversiones en renovar vehículos es necesario crear un plan coordinado para el establecimiento de puntos de suministro para los vehículos ecológicos. También un plan de ayudas específicas para la renovación de flota e instrumentos de financiación para adquirir vehículos ecológicos.
Necesidad de flexibilizar
El Decálogo destaca la necesidad de flexibilizar las restricciones en los horarios de entregas en las áreas de protección especial, así como mejorar la gestión de las zonas de carga y descarga. Ponen de ejemplo la ciudad de Madrid, donde hay 101.189 establecimientos, de los que sólo 7.663 tienen zona propia de carga y descarga, lo que supone un desafío diario para los repartidores. Sólo un 23,5% de los establecimientos de Madrid se encuentran a menos de 50 metros de una zona de carga y descarga. “Es imprescindible que exista un registro de los vehículos que realizan distribución urbana de mercancías, para tener datos exactos de cuántos vehículos y de qué tipo circulan por la ciudad para repartir paquetes o suministrar mercancía a los comercios”, explica Aranda.
La patronal logística incluye en su decálogo un llamamiento a regular las denominadas plataformas de economía colaborativa, para que todas las empresas que a día de hoy operan en el envío y entrega de paquetes o mercancías cumplan idénticas obligaciones y compitan en igualdad de condiciones. “Esta medida reduciría la creciente competencia desleal que sufre el sector, disminuiría el intrusismo y, lo más importante, aumentaría la seguridad y las garantías para el consumidor final”, aseguró Francisco Aranda.