"Bosch está superando los límites de lo que es técnicamente factible. Equipados con la última tecnología de Bosch, los vehículos diésel se clasificarán como vehículos de bajas emisiones y, sin embargo, seguirán siendo asequibles", ha señalado el CEO de Bosch, Volkmar Denner, que también ha pedido una mayor transparencia con respecto a las emisiones de CO2 causadas por el tráfico rodado; así como que, tanto el consumo de combustible como las emisiones de CO2, se midan también en el futuro en condiciones reales de conducción.
Su objetivo es el desarrollo de una nueva generación de motores diésel y gasolina que no produzcan emisiones significativas de partículas y NOx
Desde 2017, la legislación europea exige que los nuevos modelos de turismos probados según una combinación RDE de ciclos urbanos, interurbanos y de autopistas, no emitan más de 168 miligramos de NOx por kilómetro. A partir de 2020, este límite se reducirá a 120 miligramos. Pero incluso hoy en día, los vehículos equipados con la tecnología diésel de Bosch pueden alcanzar tan solo 13 miligramos de NOx en ciclos estándar RDE legalmente conformes. Una combinación de tecnología avanzada de inyección de combustible, un sistema de gestión del aire recientemente desarrollado y una gestión inteligente de la temperatura ha hecho posibles lecturas tan bajas.
Bosch pretende usar la inteligencia artificial para construir sobre la base de estos últimos avances. Esto marcará un paso más hacia un hito importante, el desarrollo de un motor de combustión que, con la excepción del CO2, no tenga prácticamente impacto en el aire. "Creemos firmemente que el motor diésel seguirá desempeñando un papel importante en las opciones de movilidad futura. Hasta que la electromovilidad llegue al mercado de masas, todavía necesitaremos estos motores de combustión altamente eficientes", dijo Denner.
Su ambicioso objetivo para los ingenieros de Bosch es el desarrollo de una nueva generación de motores diésel y gasolina que no produzcan emisiones significativas de partículas y NOx. Denner quiere que los futuros motores de combustión sean responsables de no producir más de un microgramo de NOx por metro cúbico de aire, el equivalente al 2,5% del límite actual de 40 microgramos por metro cúbico.
Transparencia y pruebas realistas para consumo y CO2
Volkmar Denner ha apuntado que las pruebas de consumo no deberían realizarse en el laboratorio, sino en condiciones reales de conducción, lo que crearía un sistema comparable al utilizado para medir las emisiones. Además, cualquier evaluación de las emisiones de CO2 debería extenderse significativamente más allá del tanque de combustible o la batería.
"Necesitamos una evaluación transparente de las emisiones globales de CO2 producidas por el tráfico rodado que incluya, no solo las emisiones de los vehículos, sino también las emisiones causadas por la producción del combustible o la electricidad utilizada para alimentarlos", dijo Denner. Añadió que una huella de CO2 más inclusiva proporcionaría a los conductores de vehículos eléctricos una imagen más realista del impacto climático de este tipo de movilidad.