Sobre los resultados de la movilidad en el trabajo, “más de la mitad de los hombres tienen que recorrer menos de 5 km para acudir al puesto de trabajo, mientras que las mujeres que deben recorrer esta distancia solo representan el 35,9%. Si bien en ambos sexos es el recorrido de menos de 5 km el mayoritario, las mujeres se concentran también de manera significativa en los rangos intermedios de entre 6 y 25 km. El recorrido de 26 km es el menos común, aunque el porcentaje de mujeres que deben cubrirlo, es un poco mayor al de los hombres (15,4% y 11,1%, respectivamente). Este dato confirma una mayor necesidad de encontrar buenas soluciones de movilidad en especial por parte de las mujeres, también desde el punto de vista de la distancia”. En relación con el número de días de teletrabajo a la semana, no se observan grandes diferencias entre hombres y mujeres, “si bien cabe destacar que un mayor pequeño porcentaje de mujeres disfrutarían del teletrabajo, pudiéndose deber a que esta modalidad de trabajo permite una mayor conciliación. Por otro lado, es importante señalar que el 100% de las personas con discapacidad teletrabajan uno o ningún día a la semana”. Impacto del medio de transporte en el ámbito laboral Las mujeres optan principalmente por acudir al lugar de trabajo en vehículo propio (55,9%), seguido del transporte público (33,3%). Mientras que los hombres optan sobre todo por ir caminando (50%), seguido del vehículo propio (42,9%). “Hay que señalar que de las personas encuestadas hay más hombres que mujeres que tienen que recorrer menos de 5 km para acudir al trabajo, por lo que no es de extrañar que los hombres puedan hacerlo caminando”. Por otro lado, la estadística demuestra que otro porcentaje importante de hombres, un 28,6%, acude en moto al lugar de trabajo, mientras que solo un 2,1% de las mujeres optan por esta solución de movilidad. “Estas diferencias en la elección del medio de transporte podrían deberse a la percepción de inseguridad, pero también podrían estar motivadas por los estereotipos de género, siendo la moto un medio de transporte tradicionalmente asociado a la masculinidad, que puede resultar incómoda a lagunas mujeres, en particular a la hora de elegir su código de vestuario”. Por otro lado, “se han observado diferencias en la elección del transporte entre las mujeres en función de los ingresos, destacando, por ejemplo, que la opción del vehículo propio, la principal elegida por las mujeres en general, no lo es en el caso de aquellas con rentas menores a los 30.999 euros. Para este nivel de ingresos, la opción principal es la de caminar con un porcentaje que asciende al 48,28%; mientras que la opción del vehículo propio representa el 33,33%. Para, las mujeres con ingresos mayores de 31.000 euros, la opción del vehículo propio representa sin embargo un 68,85%. Se comprueba así que esta solución de movilidad urbana otorga seguridad a las mujeres, pero que no todas se pueden permitir”. Preguntados sobre cómo afecta su sexo a la hora de elegir la solución de transporte, solo el 10,3% de mujeres y el 11,1% de hombres considera que les afecta el sexo a la hora de elegir la solución de transporte de preferencia. Las mujeres que reconocen que les afecta, lo explican por razones relacionadas con la seguridad, las responsabilidades familiares y el código en el vestir que exige su trabajo (tacones, faldas, etc). Todas ellas relacionadas con estereotipos y roles de género”. De las personas encuestadas, tanto hombres como mujeres coinciden en que el transporte público alargaría el tiempo del desplazamiento, siendo el vehículo privado la solución a una mayor optimización del tiempo. “Esto evidencia la problemática existente del transporte público actual en cuanto a conexiones entre las diferentes partes urbanas e inter-urbanas, sus horarios y precios”. Por lo tanto, “es una cuestión que instituciones públicas y empresas privadas deben reflexionar juntas para repensar el sistema de transporte público, dentro de un contexto de sostenibilidad ambiental, igualdad y diversidad”. En relación con el tiempo que se emplea en aparcar y acudir del estacionamiento al puesto de trabajo, el 68,8% de mujeres y el 88,9% de hombres emplean nada o menos de cuatro minutos en aparcar y acudir al estacionamiento al puesto de trabajo. Esto reafirma la idea de por qué el vehículo propio suele ser el medio de transporte elegido principalmente. A pesar de que más de la mitad de las mujeres que están o han estado embarazadas aluden a que no le ha afectado esta condición a su movilidad, “las que declaran que sí les ha afectado, indican que decidieron sobre todo cambiar al vehículo personal. Diversas mujeres encuestadas indican los motivos en los que les afectó, exponiendo que han sufrido peor movilidad y necesidad de buscar mejor accesibilidad. Además, algunas añaden que dejaron de usar el transporte público por seguridad y comodidad”.