El sector de los vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses continúa mostrando señales de debilidad. Aunque agosto ha cerrado con un leve crecimiento del 0,8% y 1.792 unidades matriculadas, el acumulado anual revela un descenso del 11,2%, con solo 20.644 unidades vendidas en lo que va de 2025.
Dentro de este conjunto, los vehículos industriales fueron los únicos que lograron mejorar con cierta fuerza durante el mes, alcanzando 1.667 matriculaciones, lo que supone un aumento del 2,6% frente a agosto de 2024. En el extremo opuesto, los autobuses siguen sin levantar cabeza, con una caída del 18,3% y apenas 125 unidades vendidas.
El transporte colectivo pierde fuerza y necesita estímulo
La evolución del transporte colectivo preocupa en el sector. En un contexto donde la movilidad sostenible debería ser una prioridad, la falta de renovación de flota y la escasez de medidas de impulso están provocando un estancamiento en las ventas de autobuses, autocares y microbuses.
Según Tania Puche, directora de comunicación de Ganvam, "el mercado sigue creciendo a doble dígito, algo que no veíamos en un mes de agosto desde 2018. Sin embargo, para mantener este dinamismo es imprescindible contar con un plan estable de impulso a la demanda que permita recortar la brecha con los niveles prepandemia". Una advertencia que cobra especial sentido en un segmento que ha visto frenado su avance mientras otros, como el de turismos electrificados, aceleran sin pausa.
Falta de ayudas, un freno evidente al crecimiento
Desde Anfac, su director de comunicación Félix García puso el foco en la necesidad de ayudas directas y fáciles de tramitar: "Las marcas están haciendo un gran esfuerzo por poner en el mercado vehículos eléctricos asequibles, pero si los planes de ayuda tuvieran más presupuesto y menos burocracia, el mercado con enchufe avanzaría mucho más rápido". Aunque su declaración se refería al mercado de turismos, la misma lógica se puede aplicar al ámbito industrial y de transporte colectivo, donde el coste de renovación de flota es aún mayor.
El sector necesita certezas y estímulos claros. Sin un compromiso institucional fuerte, la modernización de autobuses y vehículos pesados seguirá siendo una asignatura pendiente. Y eso, en un momento donde la eficiencia energética y la reducción de emisiones no son opcionales, sino urgentes.
Un leve alivio mensual que no cambia la tendencia
El pequeño repunte de agosto no basta para revertir una caída que arrastra ya ocho meses consecutivos. Con cifras aún lejos de las registradas antes de la pandemia y una electrificación que no termina de llegar al transporte pesado, el camino hacia la recuperación se antoja largo si no se toman medidas estructurales y sostenidas en el tiempo.