"Por ejemplo, el programa español (Plan VIVE) es ineficaz debido a su compleja implementación, que requiere la participación de bancos y compañías de financiación", indican desde Acea, que apuesta por la aplicación de incentivos directos en todos los países de la UE. Estas medidas deben consistir en incentivos directos al achatarramiento de los coches más contaminantes, con efectividad inmediata y, en la medida de lo posible, coordinadas en el seno de la Unión Europea. Acea pide además a la Comisión Europea que dictamine si estas ayudas a la compra de coches pueden ser financiadas con fondos comunitarios, y anima a los estados miembros a adoptar iniciativas adicionales para estimular el mercado, centradas principalmente en el acceso a la liquidez y en la financiación de inversiones en tecnologías limpias.