Los nuevos vehículos se utilizarán en intervenciones en incendios en distintos ámbitos (urbano, rural, forestal), rescates en accidentes de tráfico y otros servicios varios. Las BUPs que se incorporan tienen mejores prestaciones del chasis y maniobrabilidad del conjunto carrozado en espacios reducidos, mejor seguridad, ergonomía, accesibilidad, iluminación y visibilidad.
Se trata de dos vehículos Volvo de 18 toneladas, con una potencia de 420 CV, cambio automático, amortiguación neumática trasera, dispositivo de frenado tipo retarder, suspensión delantera reforzada y otras mejoras diversas en sistemas en frenado, maniobrabilidad, estabilidad y conducción. Disponen de una cisterna de agua de 3.000 litros de capacidad y premezclador de espuma incorporado a la bomba. En cada costado disponen de tres cofres destinados al equipamiento para la extinción de incendios, para rescates diversos, en especial, destinados a la excarcelación en accidentes de tráfico. En la parte trasera cuentan con una bomba de agua de gran capacidad, que puede superar los 3.000 litros por minuto.
Asimismo, cuentan con una amplia cabina doble, con capacidad para seis efectivos y diverso material. En el respaldo de la parte trasera irán adosados cuatro equipos de respiración autónoma y en el interior de la cabina, se almacenarán herramientas de iluminación y otro material de rescate y salvamento.
Disponen de botiquín de primeros auxilios, mochila de rescate de material hidrófugo, equipos de impulsión y aspiración de agua (lanzas, mangueras, mangotes de impulsión, entre otros). También cuentan con equipos de excarcelación con sus respectivas herramientas, grupo electrógeno, torre de iluminación, camillas, equipos de respiración autónoma, turboventilador, escaleras desplegables y de asalto, medios portátiles para extinguir distintos tipos de fuego, herramientas para rescates y trabajos varios, entre otras mejoras.