Las Cortes Generales consideran que la propuesta de la Comisión Europea vulnera los principios de subsidiaridad y proporcionalidad de la Unión Europea.
Además de España, en Europa, otros países han seguido el mismo camino, y han activado el mismo mecanismo en contra de la propuesta: Suecia (las dos cámaras), Finlandia (las dos cámaras), Eslovaquia (las dos cámaras), República Checa (solamente el Senado), Alemania (la cámara baja) e Italia (el Senado).
Con esta contrariedad por parte de varios países, puede darse el caso de llegar a un número mínimo, que obligaría a que la propuesta se revise, justifique o incluso sea retirada.