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SALIDA SIN ACUERDO

Astic teme que los camiones europeos no puedan circular el 1 de enero por UK

Pide que se termine con la inseguridad jurídica por la importancia económica y social que tiene el Sector

lunes 21 de diciembre de 2020, 07:00h
Astic teme que los camiones europeos no puedan circular el 1 de enero por UK
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) alerta de que, a menos de dos semanas de la fecha límite (1 de enero de 2021) para el Brexit, los transportistas de mercancías por carretera aún no tienen asegurado si podrán circular por el Reino Unido ya que las licencias comunitarias que les autorizan a operar en las carreteras de toda la Unión Europea dejarían de ser válidas en territorio británico en esa fecha.

En esta línea, el Consejo y Parlamento europeos están tramitando un proyecto de reglamento de emergencia propuesto por la Comisión el 10 de diciembre, cuya aprobación está sujeta a reciprocidad por parte del Gobierno británico para que los camiones de la Unión Europea puedan pasar y circular en suelo británico y los del Reino Unido por el continental. "Tenemos el miedo de no poder circular el 1 de enero por Reino Unido", asegura el director general de Astic, Ramón Valdivia. Más de 10.000 camiones al día proveen de productos a Reino Unido desde Europa.

Por otra parte, Astic afirma que esta falta de planificación y escenario de incertidumbre perjudican al tejido empresarial de cara a sus clientes y, en definitiva, a sus cuentas de resultados. "No hay ya tiempo para ensayar un plan B en caso de que no se alcance un acuerdo; esta medida de urgencia llega tarde. No es de recibo que a estas alturas las empresas de transporte no sepan si van a poder cumplir el servicio a sus clientes, exportadores e importadores. Es imposible planificar las horas de trabajo, vacaciones, derivaciones de la flota de vehículos, etc. ¿Cómo se puede dejar todo esto en el aire?", señala Valdivia.

"Las esperas de camiones en Calais son de cinco o seis horas y hasta de 10 horas"

La patronal del transporte internacional por carretera indica que el escenario reciente de colas kilométricas y largas horas de espera en los pasos fronterizos de Dover y Calais, debido a la multiplicación de pedidos de las empresas británicas ante la amenaza de aranceles y probable desabastecimiento, no es más que el "aperitivo" de lo que puede ocurrir a partir de enero. Astic estima que se necesitarán unos 30.000 aduaneros extras para gestionar los millones de trámites arancelarios en las zonas de paso que ahora no se realizan pero que se harán a partir del 1 enero.

"Hay que recordar que llevamos décadas sin aduana con el Reino Unido y no queda ni recuerdo de los trámites que ello conlleva. Las esperas de camiones en Calais son de cinco o seis horas y hasta de 10 horas. Hay un incremento en la demanda de los importadores derivado de que saben que a partir del 1 de enero habrá aranceles sobre productos que ahora mismo no los tienen y, por tanto, tendrán incrementos de precio y están acopiando anticipadamente para salvarlos, y también porque tienen temor que haya desabastecimientos si no se soluciona el problema de con qué permiso van a circular los camiones de la Unión Europea dentro del territorio británico y los camiones británicos dentro de la UE", afirma Valdivia.

'Grave irresponsabilidad política'

Ante esta previsión, Astic indica que ya hay países que han empezado a poner solución como Francia, Bélgica y Holanda, con unos sistemas informáticos que automatizarán los controles fronterizos para los camiones, pero ve necesaria una coordinación conjunta y no independiente de cada país. Asimismo, Astic ha solicitado, junto con la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), que se establezcan corredores verdes para los vehículos pesados dotados de carnet TIR.

"Estamos de nuevo ante una grave irresponsabilidad política. Las decisiones empresariales necesitan de seguridad jurídica y plazo suficiente, no hay derecho que estemos así a mitad de diciembre. Los negociadores políticos lo saben y, sin embargo, no tienen reparo en mantenernos en duda hasta el final en algo tan básico como que esté o no permitida la circulación de camiones extranjeros tras la Nochevieja de 2020. Creo que para muchos de nosotros se ha perdido por completo la confianza en que la seriedad, la ponderación y el buen juicio rijan estas negociaciones", considera Valdivia.

Astic recuerda el carácter estratégico y vital del transporte internacional de mercancías por carretera

Y añade que "ahora son cinco o seis horas al día perdidas, contando sólo a los camiones españoles, en la frontera, debido a la conjunción de varios factores: un incremento de la demanda de los importadores de más de un 40% sobre la normal —ya que quieren evitar los futuros costes arancelarios y el peligro de desabastecimiento si no se arregla el tema de las licencias para circular con camiones extranjeros por el Reino Unido—, unido a una disminución de las frecuencias de los ferrys al no haber volumen de pasajeros por las restricciones de movilidad por la Covid-19, y además los episodios de mal tiempo. Todo ello está generando estas largas hileras de vehículos en espera de cruzar por el Eurotúnel; pero puede ser mucho más grave cuando se empiecen a aplicar las reglas arancelarias y haya que cumplir con los inevitables trámites aduaneros. Hace décadas que no hay frontera entre UK y la UE y esa experiencia va a costar mucho recuperar".

Asimismo, Astic recuerda el carácter estratégico y vital del transporte internacional de mercancías por carretera para la economía española, en la cual el peso del sector exterior ha experimentado un enorme empuje desde hace algo más de una década en el comercio exterior, ayudada por un tejido empresarial de transporte que ha estado siempre a la altura de los mejores. El Reino Unido es el cuarto destino europeo de nuestros camiones junto con Italia, tras Francia, Alemania y Benelux. Tanto para los exportadores españoles como para nuestras empresas que les dan servicio es vital que se dé término a la inseguridad jurídica que está poniendo en peligro la continuidad de las relaciones comerciales y, con ello, miles de puestos de trabajo de nuestro país.