La iniciativa público-privada, lanzada por la industria europea y la UE, tiene por objetivo comercializar entre 2010 y 2020 esta tecnología, que utilizará las pilas de combustible para conseguir que el hidrógeno genere energía limpia. Con ello, se espera alcanzar las ambiciosas metas de reducción, en un 20%, las emisiones de gases de efecto invernadero y aumento, en un 20%, del uso de energías renovables de aquí a 2020, respecto a los niveles de 1990.
Por otro lado, se pretende evitar que otros países, como Estados Unidos, Japón o China, tomen la delantera a Europa en la materia.
Si bien para la UE el desarrollo de las pilas de combustible e hidrógeno es esencial para alcanzar sus objetivos de cambio climático y de energía, esta tecnología aún está muy verde, y existen impedimentos técnicos y de otra índole que dificultan su comercialización. La iniciativa cuenta con la participación del Ejecutivo comunitario y de 60 empresas, tanto multinacionales como Pymes, además de con un número similar de universidades y centros de investigación.
El proyecto pondrá en marcha actividades de demostración y un programa integrado de investigación y desarrollo. La UE quiere que esta ITC sirva de modelo para poner en marcha otras tecnologías energéticas que ayuden a rebajar las emisiones.
Un comité de dirección constituido por representantes empresariales liderará la iniciativa y recibirá el asesoramiento de un comité científico. Un grupo de representantes de los Estados miembros vigilará sus actividades. Las partes estarán representadas en una asamblea general que se celebrará anualmente.
El hidrógeno y sus posibilidades
El hidrógeno se puede producir a partir de numerosas fuentes primarias y es posible emplearlo para diferentes fines, entre ellos un transporte libre de emisiones. Además, tiene la ventaja de que se puede almacenar fácilmente, lo que serviría para que la oferta de energía correspondiese con la demanda. Aunque este compuesto químico ya se utiliza actualmente en la industria, sus beneficios completos sólo se pueden explotar gracias a nuevas tecnologías, como las pilas de combustible.