www.nexotrans.com
Un varón de 48 años salva su vida gracias al desfibrilador de un autobús de Alsa
Ampliar

Un varón de 48 años salva su vida gracias al desfibrilador de un autobús de Alsa

La rapidez de respuesta del Conductor del autobús que le realizó el masaje cardíaco y la disponibilidad del desfibrilador en este último, ayudo a salvar la vida del hombre

martes 29 de junio de 2021, 07:00h
Un hombre de 48 años víctima de un paro cardiaco salvó su vida el pasado 10 de junio gracias a la rápida actuación del conductor de Alsa que le realizó la resucitación cardiopulmonar y le colocó el desfibrilador que forma parte de la equipación del autobús de Alsa de la línea de Neda a Ferrol.

A las 8:55h de la mañana estando el autobús detenido en O Puntal, cabecera de la línea Neda-Ferrol, el conductor, Guillermo Moreda Fonte, vio como un turismo se detenía detrás del autobús de manera acelerada y cómo la persona que iba al volante parecía indispuesta. A las 8:55h de la mañana estando el autobús detenido en O Puntal, cabecera de la línea Neda-Ferrol, el conductor, Guillermo Moreda Fonte, vio como un turismo se detenía detrás del autobús de manera acelerada y cómo la persona que iba al volante parecía indispuesta. Al momento dos señoras que paseaban por la zona y al ver mal al conductor, se acercaron a solicitar un teléfono al conductor al no disponer de uno. Guillermo llamó al 112 explicando lo sucedido e indicando al servicio de emergencias que el autobús disponía de un desfibrilador a bordo y que estaba formado en RCP/SVB y uso del equipo.

De manera inmediata, el 112 le dijo que lo utilizara mientras mandaban auxilio. Guillermo sacó al afectado del vehículo, tumbándolo en el suelo y con la ayuda de la señoras (con la retirada de las pegatinas y colocación de electrodos) mientras el realizaba el masaje cardíaco, siguiendo las instrucciones del equipo, tras lo que aplicó tres descargas a la víctima. Cuando llegaron los servicios de emergencia, estabilizaron a la víctima y la trasladaron con pulso al Hospital Juan Canalejo de A Coruña, en el que se recupera ya en planta.

Para Guillermo ha sido toda una experiencia de vida y agradece a la compañía la formación que recibida en resucitación cardiopulmonar (RCP), soporte vital básico (SVB) y uso del desfibrilador, con la que ha podido salvar la vida de la víctima.La dotación de estos equipamientos parte en gran medida de la apuesta de ALSA por fomentar la cardioprotección en las flotas e instalaciones que gestiona siendo pionera en España, y en el caso de Galicia se enmarca en las mejoras tecnológicas y de modernización de flota que ha promovido el Plan de Transporte Público de la Xunta de Galicia.El desfibrilador utilizado es un desfibrilador semiautomático marca DOC de la empresa B+SAFE, dotado de telecontrol, llamada preferente al 112 y geolocalización.Vehículos cardioprotegidos La cardioprotección es una tendencia emergente orientada a la protección del corazón en caso de episodios cardíacos.

El gran número de muertes por paro cardíaco en la población ha animado a gobiernos, empresas, entidades y asociaciones a concienciar a la población y tomar medidas que permitan revertir la situación gracias a la creación de espacios cardioprotegidos. Existen ya muchos Ayuntamientos que cuentan con desfibriladores en los coches patrulla, Estaciones de Tren, Metro y empresas privadas como en el caso de Alsa, tienen a la mayoría de su flota con un desfibrilador en el autobús, con mantenimiento garantizado y con personas adecuadamente formadas para poder garantizar una rápida actuación en caso de paro cardíaco repentino (para conseguir que vuelva a latir el corazón de la persona afectada), hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.

Para que las posibilidades de supervivencia ante un paro cardíaco repentino sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar (RCP) que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardíaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardiaco repentino es de un máximo de 5 minutos.

Hay identificados cuatro pasos críticos para tratar el paro cardíaco repentino, denominados Cadena de Supervivencia:

1. Reconocimiento y llamada al servicio de emergencia.
2. Una rápida resucitación cardiopulmonar (RCP).
3. Desfibrilación temprana.
4. SVA y cuidados post-resucitación.