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75 años de un camión tan especial como sorprendente: el Unimog

jueves 30 de diciembre de 2021, 07:00h

75 años, 400.000 unidades vendidas, 30 series y 260 modelos diferentes. Estas son las grandes cifras que resumen la historia del Unimog, el polivalente vehículo de Mercedes-Benz que está de celebración.

Laura Rodríguez, directora de Unimog en nuestro país, añadió a estos números que "gracias a los acuerdos que tenemos con más de 250 fabricantes de implementos en todo el mundo, Unimog tiene homologadas más de 3.500 versiones", lo que da una idea precisamente de su polivalencia.

Fue Albert Friedrich su 'inventor'. En tiempos de postguerra, ideó un desarrollo agrícola para paliar las necesidades que tenía Alemania a mediados de la década de los '40. De ahí nació, con la colaboración de los ingenieros Henrich Rössler, Karl Rank y Hans Zappe, el primer Unimog, en el año 1948, denominado U25 que montaba motor OM 636 de 1,7 litros y 25 CV de potencia. De aquél precursor se fabricaron 600 unidades en la localidad de Göppingen, y es curioso destacar que, ya entonces, contaba con algunas de las particularidades que le caracterizan en la actualidad, como el eje pórtico, la robustez de su transmisión o la posibilidad de incorporar tomas de fuerza delantera y trasera.

Orgullosa pertenencia


El Grupo Daimler está en medio de una profunda reestructuración interna, como explicó hace pocos dias el presidente de Daimler Truck en España

Apenas tres años después, en 1951, la producción se traslada a Gaggenau, donde Daimler ya contaba con infraestructuras adecuadas, debido a que el primer acuerdo con la empresa Böhringer no fue satisfactorio. Las siguientes series en orden cronológico fueron la S2010, con la misma motorización y potencia que la anterior, de la que el ejército suizo adquirió 750 unidades; la S401, adquirida en buena parte por la fábrica de cerveza Breuerei Drinkerlacker (contaba con eje trasero doble y este año, 1953, es en el que aterriza la estrella en su frontal); y la S402, algunos de cuyos vehículos llegaron a trabajar para cuerpos de bomberos de algunos países de Sudamérica. En este momento, 1955, desaparece el logo tradicional de Unimog, con su cabeza de buey.

Nació como desarrollo agrícola, pero rápidamente, de la mano del ámbito militar, fue evolucionando

Poco a poco, el interés por este vehículo va en aumento. "El boca a boca hizo muy buena labor", reconoce Laura Rodríguez, lo que provoca nuevas series: la S404, que ya montaba el motor M130 de 82 CV, se desarrolló en colaboración con el ejército francés, que necesitaba que cargara 1,5 toneladas, alcanzara los 80 km/h y vadeara 80 cm. Fue tan impactante que se le apodó 'grummimog', un juego de palabras que hacía referencia a sus aptitudes como oruga para circular por cualquier terreno.

Y sobre la base del S404, el ejército alemán tuvo cierta 'envidia' y solicitó un aumento de potencia, hasta los 110 CV, para adquirir 40.000 unidades de esta nueva versión, que vendió un total de 70.000. La evolución continuó con la serie S411, que con un motor de 30 CV, no fue concebida para uso militar, pero incorporó por vez primera una caja sincronizada para vehículos de calle (antes ya fue utilizada por el ejército galo).

La familia fue aumentando, con la serie S406, que fue la primera que ofreció dos motorizaciones (OM312 de 65 CV y OM 352 de 110 CV) y que estuvo en producción hasta 1989; la S416 fue la primera en demostrar que superaba pendientes del 100%; o la S421, que en 1971 tuvo el honor de alcanzar la cifra de 150.000 unidades fabricadas. Para celebrarlo, Daimler cedió esta unidad al orfanato más antiguo de Alemania, el Wahlweis.

Tres plazas

En 1976 da comienzo una nueva era en Unimog, pues incorpora la posibilidad de tres plazas en cabina, en la serie S425. Supuso un cambio muy importante, que se confirmó con los hitos de las 200.000 unidades en 1977 (un S424 con 150 CV) y de las 300.000 (ya en 1994, con una S437).

A lo largo de todos estos años, Unimog ha fabricado vehículos especiales, que Laura Rodríguez quiso resaltar. Por ejemplo, el U2450L de la serie S437, el más grande hasta la fecha, con tres ejes, capacidad para 17 toneladas de carga (21 si se homologaba como quitanieves) y que estuvo en producción hasta 2002, aunque apenas se fabricaron 300 unidades. O el S409 UX100, un proyecto de vehículo para trabajos urbanos de 1,6 m de anchura que apenas estuvo dos años en oferta, hasta 1998.

Con en arranque del nuevo siglo, Unimog se configura tal y como lo conocemos ahora, un vehículo con capacidad para incorporar un sinfín de implementaciones sobre la misma base. Así, al S405 se le llamó precisamente 'portaimplementos', en una gama que hoy día sigue en vigor, que cuenta con 286 CV de potencia, circuitos hidráulicos y múltiples opciones de tomas de fuerza. O la S437, que en 2002 traslada su producción a Wörth (la mayor fábrica de camiones del mundo de la actualidad), serie de alta movilidad con dos motorizaciones y hasta 218 CV.

Actualidad

Ambas series, la S405 portaimplementos y la S437 de alta movilidad, componen la actual oferta de Unimog, que cuenta con algunas curiosidades que Laura Rodríguez quiso destacar: puede circular con los ejes en diagonal, admite hasta 48 marchas ("monta una caja de ocho marchas, una reductora de otras ocho y una reductora adicional de otras ocho, que con un simple split se pueden manejar también marcha atrás"), supera pendientes del 110%, tiene capacidad de vadeo de hasta 1,2 metros, puede circular por las vías del tren ("con una capacidad de arrastre de hasta 1.000 toneladas"), tiene un dispositivo para que pueda circular a una velocidad de 120 m/h ("para trabajos muy específicos que requieren la máxima precisión") y, con una simple operación, es capaz de trasladar todo el puesto de conducción de la zona izquierda del vehículo a la derecha en apenas un minuto.

Además, en su haber se encuentran hitos como la victoria en el Rally París-Dakar de 1982, su capacidad para trabajar todos los días del año (cambiándole las implementaciones), la sorprendente edición limitada Brabus (solo se fabricaron tres unidades), el poder trabajar en altitud (casi a 6.700 m, en el volcán El Salado), o incluso poder "volar": en realidad, es un vehículo adquirido para recoger residuos urbanos en una localidad alpina a la que no se puede acceder por carretera, así que el Unimog lo hace 'colgado' de un teleférico.

Por último, Rodríguez destacó que "las ventas de Unimog son muy específicas, de poco volumen, pero para clientes muy exigentes. En nuestro país, sus matriculaciones oscilan, depende de los años, entre 20 y 100", para una producción total mundial anual de unas 1.600 unidades.