Agilidad y flexibilidad: aspectos importantes en la cadena de suministro
2021 no fue un ejercicio fácil y 2022 tampoco arranca con las mejores perspectivas: la pandemia todavía no puede darse por finiquitada y a ella se suman las actuales inestabilidad e inseguridad social, política y económica.
Todas estas disrupciones han generado nuevas necesidades en el mercado y han provocado cambios en las demandas de los consumidores. La continuidad de la cadena de suministro nunca había sido tan relevante y prácticamente se ha convertido en un vínculo vital para millones de personas en todo el mundo. Además, hemos aprendido que esa continuidad no puede darse por sentada.
Es fundamental que las empresas del sector impulsen su capacidad de resiliencia y fortaleza. Solo así las cadenas de suministro podrán adaptarse a las necesidades de cada momento y estar preparadas para el futuro. En este sentido, las nuevas tecnologías juegan un papel capital.
Dificultades en la cadena de suministro y digitalización
Las cadenas de suministro existentes deben hacer más para combinar la rentabilidad y la sostenibilidad, al mismo tiempo que garantizan la continuidad operativa. ¿Qué tienen en común todas estas afirmaciones? Saber adaptarse rápidamente a las necesidades de cada momento. o la misma cantidad para una mayor agilidad y flexibilidad.
La digitalización de la cadena de suministro es el apalancamiento de esta resiliencia. En concreto, tecnologías como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, la automatización o la robótica ayudan a mejorar la eficiencia de las personas y equipos en almacenes y centros de distribución.
Además, la nube brinda a las organizaciones la flexibilidad de elegir qué software puede mejorar en respuesta a los cambios de mayor frecuencia y les permite crear una cultura más propicia para la innovación, no solo dentro del departamento de TI, sino en toda la organización. cuando las cargas de trabajo cambian Las soluciones en la nube son más efectivas cuando son muy impredecibles o transitorias, lo que encaja bien con el escenario descrito.
Por supuesto, los microservicios son un concepto de empaquetado y entrega diseñado para permitir la agilidad técnica al reducir el tamaño y la distribución de las dependencias entre los componentes del software. Cierto, este tipo de arquitecturas son más complejas, pero apostar por ellas significa invertir en agilidad porque permiten a los empleados cambiar y decidir qué tecnologías soportan necesidades operativas específicas en momentos específicos. En un mercado cambiante como el actual, algunos conceptos básicos. Un buen ejemplo es Manhattan Active Warehouse Management, que crea microservicios que siempre están actualizados, para que las empresas puedan concentrarse en tareas de mayor valor sabiendo que el rendimiento, la resiliencia y la continuidad de la cadena de suministro están garantizados.
Por supuesto, no podemos predecir con precisión epidemias, desastres naturales o fricciones políticas, pero podemos minimizar su impacto en las cadenas de suministro. La clave es apostar por la tecnología segura, estable y confiable que los respalda para que puedan cambiar las cosas rápidamente incluso en los momentos más difíciles y brindar a los consumidores un servicio oportuno y el rendimiento que esperan y necesitan.