Pues es probable que te sorprenda saber que no alcanza ni el 5%. En concreto, los datos del último Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos (EASO) fijan dicha cifra en el 4,96%, para un total de 270.019.415 unidades. Este Observatorio recoge información sobre el desarrollo de infraestructuras para los combustibles alternativos, la aceptación que tienen en el mercado y las medidas de apoyo en los Estados miembros y otros países europeos. A lo largo de 2022, el EASO se ampliará gradualmente para incorporar al ferrocarril y la aviación, pues que los sectores de la carretera y el transporte marítimo ya están reflejados. Debate abierto Esta cifra genera cierto debate. Porque la descarbonización es tan evidente como necesaria, pero su evolución quizá esté siendo más lenta de lo esperado. ¿Las razones? Una oferta de producto aún no generalizada en todos los países, una infraestructura de repostaje muy mejorable, cierta reticencia por parte del usuario final (quizá por desconocimiento)… Un cúmulo de circunstancias que no ayudan al impulso que la UE quiere imprimir a estos combustibles alternativos.