Por eso, la Asociación Nacional de Autoescuelas (ANAES) ha difundido un documento para tratar de “ofrecer una serie de recomendaciones básicas a tener en cuenta a la hora de conducir bajo un calor sofocante”.
Averías, mareos, deshidratación, fatiga... Consecuencias que se pueden evitar
Por ejemplo, se indica que “con una temperatura en el habitáculo superior a 35º, el conductor deja de percibir el 20% de las señales y aumenta sus errores en un 30%, lo que a su vez incrementa la posibilidad de sufrir un accidente hasta en un 20%. Además, el calor incrementa la deshidratación, genera irritabilidad y la sensación de fatiga en el conductor puede desencadenar un descenso de la capacidad de atención al volante y un aumento del tiempo de reacción del conductor ante los imprevistos”.
A pesar de que el sector de las autoescuelas no pasa por su mejor momento, no deja de presentar iniciativas para mejorar
Si nos fijamos en el resto de pasajeros, los síntomas más comunes ante las altas temperaturas serían “la somnolencia, calambres musculares, bajada de la tensión arterial y agotamiento. El agua, como fuente de hidratación es fundamental, ya que las bebidas carbonatadas o el café aumentan la presión arterial y con ello la temperatura corporal”.
En los vehículos
Los vehículos requieren que el mantenimiento sea el más óptimo posible, más aún si cabe en estas circunstancias. En la revisión estival “es fundamental no pasar por alto, por su alta sensibilidad al calor, los siguientes elementos:
Radiador. Si el circuito de refrigeración del vehículo no está en perfectas condiciones, el vehículo puede perder hasta el 15% de su potencia.
Nivel de aceite. A partir de los 40ºC en el exterior, el aceite del motor se evapora más rápido.
Neumáticos. Las altas temperaturas dilatan los neumáticos provocando que sean más proclives a sufrir pinchazos o reventones.
Otro elemento a tener en cuenta es el líquido de frenos, ya que al igual que los discos de freno, reaccionan al calor. Necesitan más metros para realizar una frenada cuando el calor aprieta.
Climatización. Un mal uso del aire acondicionado, haciéndolo trabajar al límite, incrementa el consumo de combustible en un 20% y afecta a la entrega de potencia del motor. Además, puede provocar fallos en el alternador y en la batería. Mantenerlo a una temperatura constante de entre 22-24ºC contribuirá a un buen sistema de ventilación.
Recomendaciones
Ventilar el vehículo antes de conducir, bajando las ventanillas para airear el interior. Después, conectar el aire a una temperatura -10º que la ambiental del habitáculo y una vez haya descendido lo suficiente, volver a colocar el termómetro a una temperatura media de entre 22-24ºC.
Evitar conducir en las horas de más calor. Mejor programar los viajes a primera hora de la mañana.
Estacionar o realizar paradas en zonas de sombra, o a cubierto, y proteger el vehículo con parasoles.
Hidratación constante. En el vehículo, llevar bebidas frescas sin alcohol y beber con frecuencia sin esperar a tener sed. Lo mejor es beber agua o zumos naturales. Evita las comidas copiosas antes de conducir.
