Las infraestructuras de carga aumentan lentamente
Como se refleja en la puntuación global EV, la brecha entre Europa en su conjunto y España siguió ampliándose, alcanzando una brecha de 15,7 puntos porcentuales en el tercer trimestre, siete décimas más que en el trimestre anterior. Mientras que países europeos como Alemania o Francia subieron 1,3 y 1,7 puntos respectivamente, España se mantuvo invariable con un ligero incremento de cuatro décimas.
Penetración en el mercado
En el tercer trimestre de 2022, la tasa de penetración de vehículos eléctricos se estimó en un promedio de 23 puntos, un aumento de solo tres décimas y un aumento de 1 punto porcentual en comparación con el trimestre anterior. Con esta puntuación, España se mantiene al final del ranking del continente, con un aumento de la media europea de 1 punto hasta los 48,4. A pesar de los cambios en el ranking, el país ha conseguido mejorar su ritmo en el entorno europeo y se sitúa a 25,4 puntos de España.
En los tres primeros trimestres de este año se matricularon en España un total de 55.472 turismos eléctricos, lo que supone solo el 46,2% de los 120.000 vehículos necesarios para 2022 para cumplir los objetivos de reducción de emisiones. Para alcanzar el hito, se deben registrar 90.000 unidades de electrificación para septiembre.
Por otro lado, Madrid sigue en lo más alto de la tabla a nivel nacional con una valoración de 38 puntos, pero solo ha crecido una décima. A nivel regional no hubo grandes cambios, solo Aragón, que mejoró 2,1 puntos, Extremadura, que mejoró 1,2 puntos, y Asturias, que mejoró 1 punto.
Progresos en las infraestructuras de carga
La construcción de la infraestructura de carga pública es en gran medida la misma que la del último trimestre y el progreso es lento. En el tercer trimestre, la puntuación de las infraestructuras de recarga alcanza el 6,2 sobre 100, con un aumento de seis décimas. La media europea, por otro lado, fue de 12,1 sobre 100, 1,2 puntos más que el trimestre anterior y se cree que es el doble de la media nacional.
En este contexto, cabe señalar que la puntuación de la infraestructura de carga rápida (≥ 50 kW) aumentó en nueve sobre 10 hasta una puntuación global de 7,4 sobre 100. Sin embargo, todavía está por detrás de los 11,8 puntos de Europa.
A nivel nacional, destaca el crecimiento de Extremadura con 2 puntos, al igual que otras regiones como Castilla-La Mancha (+1,7 puntos) y La Rioja (+1,5 puntos). Estas mejoras se deben principalmente a la proliferación de estaciones de carga públicas de alta velocidad.
“El progreso hacia la electromovilidad supone un gran reto para España y Europa, pero estamos avanzando a un ritmo muy lento. Una vez más, los datos registrados en este barómetro de electromovilidad no hacen más que reflejar el lento progreso en materia de infraestructura de recarga y de entrada de vehículos electrificados. El sector de la automoción está cumpliendo con su papel, la oferta comercial sigue en aumento con cerca de 230 modelos en el mercado. Una amplia oferta que no se está viendo respondida con el mismo nivel de demanda. Esta transición hacia el vehículo electrificado ha de ser un ejercicio conjunto. No puede ser solo empujado por las marcas de automoción como está ocurriendo hasta la fecha. Somos fabricantes de coches no de puntos de recarga. El Gobierno ha apoyado en Europa el reciente aumento de exigencia de reducción de emisiones y la prohibición de la compra del vehículo de combustión para 2035. Pero ese mismo nivel de exigencia se tiene que plasmar con el mismo nivel de medidas y compromisos desde el ámbito público para poder alcanzarlos. En este tercer trimestre ya podemos concluir que no se va a cumplir ni con el objetivo mínimo de mercado de turismos electrificados ni de infraestructura de recarga para este año. Es un claro aviso de la urgencia de implantar medidas de carácter fiscal, mejoras de los planes de ayuda y acelerar los trabajos para la instalación de puntos de recarga que necesita nuestro país, tal y como lleva solicitando desde hace meses, sin encontrar respuesta por parte del Ejecutivo. El progreso hacia la electromovilidad es una oportunidad para España, pero es una oportunidad solo si nuestro ritmo, como mínimo, es tan rápido como el de los demás, también en medidas”. destacó José López-Tafall, director general de Anfac.
