Así lo refleja su informe ‘Perspectivas para el mercado de la automoción en 2023’, que también añade que espera “volúmenes de producción más consistentes, una acumulación de demanda retrasada y las expectativas de crecimiento positivo para China”, por lo que esta corriente al alza podría repetirse o, incluso, mejorar levemente en 2024 (hasta el 5%). A la automoción todavía le falta recorrido para alcanzar los volúmenes prepandemia. ING entiende que 2022 se situó por debajo de 2019, entre un 10-15%, con unas ventas de 80,5 millones de vehículos, un 1,1 % menos que el año anterior”. La incertidumbre económica será compensada por la demanda acumulada En este escenario, Oleksiy Soroka y Rico Luman, autores del trabajo, esperan que “las ventas mundiales de automóviles aumenten aproximadamente un 4% en 2023 a pesar de las perspectivas bajistas de la economía mundial”, aunque pueda parecer una contradicción. “En 2022, las tendencias de ventas de automóviles fueron desiguales en los principales mercados y a lo largo del año. En cuanto a las principales zonas geográficas, China terminó el año en positivo, ayudada por los incentivos fiscales del Gobierno, a pesar de las continuas y estrictas políticas de Covid-19. Por el contrario, el mercado estadounidense fue el que obtuvo peores resultados interanuales, con un número de ventas que probablemente se situará por debajo de los 14 millones, lo que implica un descenso del 7-8% en 2022. En Europa, Alemania fue uno de los principales mercados, con un pequeño crecimiento de aproximadamente el 1% interanual en el año fiscal 2022, según la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA). Las ventas alemanas se vieron favorecidas hacia finales de año por la próxima expiración o reducción de algunos de los incentivos fiscales a los vehículos electrificados. Otros grandes mercados europeos terminaron el año en terreno negativo en diversos grados. Por su parte, en Japón, las ventas de coches nuevos cayeron un 5,6% interanual en 2022, según la Asociación Japonesa de Concesionarios de Automóviles y la Asociación Japonesa de Motocicletas y Vehículos Ligeros”, tal y como indican los firmantes. Perspectivas positivas En cualquier caso, “esperamos un modesto crecimiento, entre el 3 y el 5%, en los tres mayores mercados de turismos: China, EE.UU. y Europa. La demanda de China se verá respaldada por la supresión de las políticas de "Covid cero", mientras que las ventas en EE.UU. y Europa deberían reflejar el retraso acumulado en la demanda y en las carteras de pedidos, a medida que mejoren los volúmenes de producción con la desaparición definitiva de los cuellos de botella en el suministro de semiconductores y la mejora gradual de los plazos de entrega”, algo que todavía no ha sucedido y que no afecta por igual a todos los fabricantes. El Covid, la escasez de suministros o la invasión en Ucrania son cuestiones imprevisibles han lastrado el mercado en los últimos años. Y las sorpresas podrían no haber terminado. Ya nadie se atreve a hacer previsiones al respecto. Pero “un contratiempo que actualmente está bien articulado es la debilidad de las perspectivas económicas, unida a la subida de los tipos de interés y a la elevada inflación al consumo en las principales economías occidentales. Por lo tanto, creemos que un debilitamiento de la demanda de los consumidores debido a las presiones económicas sobre los hogares es probablemente el factor de mayor riesgo para nuestras expectativas de ventas de turismos, en particular, en la última parte del año, cuando se reduzcan los pedidos pendientes. Sin embargo, también consideramos que, por el momento, este riesgo se ve mitigado por el mencionado retraso de la demanda y las carteras de pedidos existentes, así como por la relativa antigüedad del parque de turismos en algunas zonas geográficas, como en Europa”.