El adelanto electoral y la falta de formación de un gobierno han dejado en el aire distintas medidas que afectan a todo el Sector, una de las cuales tiene que ver con la modificación de los pesos y dimensiones para los vehículos de mercancías por carretera. Este proyecto, cuyo texto estaba bastante avanzado gracias a los numerosos debates y negociaciones entre asociaciones de transportistas y el Ministerio de Transporte con otros ministerios competentes, quedó paralizado ante el cambio de la situación política, lo que ha llevado a la Confederación Española de Cooperativas Agrarias a dirigir una carta a Transportes pidiendo que se tome esta medida.
Según afirman, esta contribuiría a mejorar la competitividad del sector agroalimentario español, "ya que permitiría proveer de inputs a las explotaciones agrarias y ganaderas, transportar los productos primarios hasta las empresas transformadoras y distribuir los alimentos a los puntos de venta". Tal y como aseguran, "según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, un 39% de los trayectos de transporte de mercancías por carretera se vinculan al sector agroalimentario", poniendo de relieve el peso de sus actividades en esta actividad.
"El aumento de la capacidad de los camiones a 44 toneladas permitiría reducir hasta un 11% los costes de las toneladas/kilómetro transportadas, lo que beneficiaría a la competitividad de la cadena agroalimentarias al reducir los costes unitarios del transporte. Desde el aspecto logístico, contar con mayor capacidad aliviaría la presión y facilitaría el transporte de inputs y alimentos en un momento donde hay un déficit de los mismos y una mayor necesidad de los mismos" concluyen.
Europa da pasos en esta dirección
Por su parte, la Comisión Europea ya ha iniciado la tramitación de la modificación de la actual Directiva europea sobre pesos y dimensiones de los vehículos de transporte, como parte de la Estrategia europea de Movilidad Sostenible, con la finalidad de contribuir a la reducción significativa de las emisiones de efecto invernadero procedentes del transporte. Así, entre las medidas que propone está la de armonizar y adecuar los pesos y dimensiones máximos en el tráfico internacional con los límites más comunes permitidos actualmente, esto es, incrementándolos hasta las 44 toneladas, como ya se permite en 13 Estados miembros de la UE.