Según explica en uno de los apartados del trabajo, “uno de los mayores obstáculos para la adopción de VE es la disponibilidad de una amplia infraestructura pública de recarga. Afortunadamente, la infraestructura de recarga se está desarrollando rápidamente, aunque no al mismo ritmo en todos los países, evolución que acompaña al crecimiento y despliegue del número de vehículos eléctricos en cada país”. En este sentido, “Europa presenta una relación de 13 vehículos eléctricos por cada punto de recarga pública, frente a los 20 que presenta España y los ocho del líder en movilidad eléctrica: China. El país con mayor infraestructura de recarga pública si consideramos el volumen de automóviles eléctricos que se estima en 14,1 millones de automóviles eléctricos en toda China durante 2022. En este caso, el país ha centrado la inversión en infraestructura de carga, en particular en instalaciones de carga rápida, lo que ha llevado a que China tenga el mayor número de cargadores rápidos disponibles públicamente en todo el mundo, además de la infraestructura de carga pública más grande del mundo”. Los pasos a seguir En julio de 2022, el Consejo de la UE adoptó el Reglamento sobre la Infraestructura para los Combustibles Alternativos que establece objetivos para infraestructura de carga pública de combustibles alternativos: -A partir de 2025, deben instalarse estaciones de recarga rápida de al menos 150 kW para turismos y furgonetas cada 60 km en los principales corredores de transporte de la UE, la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T). -Las estaciones de recarga para vehículos pesados con una potencia disponible mínima de 350 kW deben implantarse cada 60 km en la red básica de la RTE-T y cada 100 km en la red global de la RTE-T más amplia a partir de 2025, y la red tendrá que tener una cobertura completa para 2030. -Las estaciones de repostaje de hidrógeno que presten servicio tanto a automóviles como a furgonetas deben implantarse a partir de 2030 en todos los nodos urbanos y cada 200 km en la red básica de la RTE-T. -Los puertos marítimos que acojan un número mínimo de grandes buques de pasaje o buques portacontenedores deberán suministrar electricidad en puerto a dichos buques de aquí a 2030. -Los aeropuertos deben suministrar electricidad a las aeronaves estacionadas de aquí a 2025 en todas las puertas, y de aquí a 2030 en todos los puestos de estacionamiento remotos. -Los usuarios de vehículos eléctricos o de hidrógeno deben poder pagar fácilmente en los puntos de recarga o repostaje con tarjetas de pago o dispositivos sin contacto sin necesidad de suscripción, y los precios deben ser totalmente transparentes. -Los operadores de los puntos de recarga o repostaje deben proporcionar a los consumidores información completa a través de medios electrónicos sobre la disponibilidad, el tiempo de espera o el precio en diferentes estaciones.