El riesgo de una colisión tampoco difiere mucho, pero sí sus efectos, por cuestiones obvias. La Unión Europa, a través de su Departamento de Movilidad y Transporte, analiza algunas de estas distracciones, entre las que señala las vallas publicitarias en carretera, que “pueden hacer que los conductores se comporten de forma menos segura”. La atención al entorno, como la publicidad, también conlleva riesgo Apartar la vista de la carretera con más frecuencia, una reacción más lenta al frenazo repentino del coche de delante y a las señales de tráfico, una distancia de seguimiento más corta y una posición menos fija en el carril son algunas de las consecuencias de prestar atención a la publicidad, que se intensifican si cuentan con imágenes en movimiento, aportan una carga emocional o se sitúan en el campo visual central. El momento en que una señal cambia a otro anuncio es el que más distrae. Las investigaciones demuestran que “mirar un objeto externo durante un periodo prolongado (por ejemplo, carteles publicitarios) aumenta fuertemente el riesgo de colisión (x7,1). Sin embargo, el documento de la UE no ha encontrado unanimidad en los estudios que analizar el efecto de las vallas publicitarias en el riesgo de colisión, pues sus conclusiones son divergentes. Otras fuentes de distracción Más allá de las analizadas en detalle, el documento apunta otras cuestiones que pueden distraer al conductor, como comer y beber mientras al volante (que genera un aumento del riesgo de colisión de 1,8 veces). El efecto de escuchar música mientras se conduce no está claro, ya que puede tener efectos tanto negativos como positivos, según los estudios consultados. Por últimos, emociones como la ira, la tristeza, el llanto y el estrés emocional aumentan el riesgo de colisión hasta casi 10 veces en comparación con la conducción alerta/sobria.